¿Has hecho Castillos de Arena?

El caminante ha estado en Alemania, en el centro de Europa y cada vez que logra contemplar un castillo, se maravilla recreando una posible historia del porqué de su existencia, se pregunta: ¿se construyó para protección y vigilancia o fue un regalo de algún rey a su princesa, recién conquistada? Recordó aquella historia de un centinela que por estar distraído contemplando a una jovencita recoger flores; fue asaltado, perdiendo todo control.

Entonces cuando se descubrió su distractivo, fue puesto en prisión; aquel rey sólo le dijo: “llevas más una década entrenándote para servirle a tu patria, y con una distracción no controlada derrumbas la confianza que el pueblo tuvo en ti; eres como aquel castillo hecho en la playa, una familia planeo varias semanas construirlo al llegar a veranear, luego tardaron dos días construyéndolo, y en pocos segundos un fuerte viento lo derribó”

En una conversación de cafetín, el caminante se enteró que la ciudad de Duisburgo, que carece de playas marinas, ha logrado en 2017 establecer un récord, creando maravillas de ingeniería básica, con sólo arena y agua; sin aditivos añadidos para mantener su contextura y uniformidad. Se dice que el turismo estuvo maravillado más con la observancia del ingenio manual de los arquitectos apasionados, que con el final de la sorprendente escultura.

El investigador Matthew Robert Bennett, quién es conocido como geólogo dice que, hay una ciencia con sus secretos para construir castillos de arenas duraderos, basta con analizar la calidad de los granos de arena y proporcionarles cierta cantidad de agua, dejarlos reposar y luego hacer el castillo soñado. Pero lo más importante debe ser el disfrute, más que algún deporte marino. Entonces si has soñado con tus castillos de arena, profundiza un poco del tema y la diversión llévala contigo.