Cuando la vida te brinda la oportunidad de probar varios empleos no hay que desaprovecharlos y experimentar de ellos. Este ha sido mi caso, en mis 28 años de edad he tenido la fortuna de poder recibir ingresos económicos, trabajando de: recreadora, en un laboratorio de genética, con una beca trabajo y la lista sigue, mi cuarto trabajo fue como:

LABORATORISTA

Pues sí, trabajé en varios laboratorios clínicos como auxiliar de laboratorio. Realizaba toma de muestras de sangre, analizaba de forma somera las pruebas de orina y heces, realizaba separación de suero, dejaba las muestras preparadas al bionalista y entregaba los resultados.

Era un empleo que me gustaba un principio, pero después le agarré miedo porque trabajar con pacientes no es nada fácil y son procesos muy delicados, ahí agradecí no haber estudiado enfermería jejeje.

Pero de verdad que es un trabajo de paciencia, dedicación y compromiso, ya que las personas que se realizan esos exámenes no lo hacen por gustos, si no por necesidad y lamentablemente muchos profesionales de la salud no tienen esa comprensión.

En el poco tiempo que trabaje como auxiliar de laboratorio clínico, traté con pacientes de todas las edades menos recién nacidos (no podía pinchar a esas criaturas de Dios), el niño con menor edad que pude sacarle una muestra de sangre fue de 2 años de edad, excelente paciente, un ejemplo para los adultos.

No seguí ejerciendo más esa área debido a que quería comenzar con mi profesión, pero quién sabe, la vida da tantas vueltas, que quizás vuelva a un laboratorio clínico :).