En la actualidad se habla mucho sobre el fútbol emergente, es decir, aquellas ligas de fútbol pequeñas y medianas que van en ascenso constante. El objetivo de estas ligas y los clubes que la conforman es llegar a ser una de las ligas TOP de sus respectivos continentes. Uno nota las diferencias cuando ve un juego de la liga española y otro de la Ligue 1 de Francia, por ejemplo. Lo que buscan estas ligas menores es achicar las distancias y que precisamente las dejen de considerar “menores”. Sin embargo esto no siempre es fácil, ya que las diferencias de nivel de juego son claras, ya sea por los jugadores y lo que invierte cada uno de los equipos.

En el continente americano tenemos claro que las ligas de Brasil, Argentina y México son las que exhiben el mejor fútbol. En ellas se ve el mejor nivel, los mejores equipos y jugadores. Pero en América también hay fútbol emergente y me refiero a la MLS de los Estados Unidos. Esta joven competición ha sido una de las ligas con más crecimiento en las últimas décadas, atrayendo a grandísimos jugadores de otras ligas. Quizás la MLS era conocida como la liga donde las grandes estrellas se iban a retirar, pero la realidad es que ha atraído a jugadores que aún tienen mucho fútbol para dar, así como a jóvenes promesas del fútbol sudamericano.

Pero ¿podemos comparar a la MLS con las ligas europeas o con las grandes competiciones de América? ¿Cuál es el verdadero nivel del fútbol en los Estados Unidos?

Siempre he seguido la MLS y desde el punto de vista organizativo y como espectáculo captador de masas es espectacular. Cada vez que los norteamericanos se plantean hacer algo, lo hacen en grande y muy bien, como es el caso de la MLS. Pero la realidad es que como espectáculo futbolístico aún deja mucho que desear.

Y muchos de los futbolistas que han jugado en otras ligas de gran nivel lo han demostrado. Haré concretamente de 3: Josef Martínez, Zlatan Ibrahimovic y Carlos Darwin Quintero; quienes han desnudado el verdadero nivel de la MLS.

Por ejemplo, Josef Martínez llegó en 2017 a la MLS y ya completa su segunda temporada con el Atlanta United. Y desde que el venezolano desembarcó en Estados Unidos no ha parado de hacer goles, marcando 19 en 20 juegos en 2017 y ahora rompiendo el record de más goles en una temporada, con 29 en 29 juegos y con 8 partidos aún por jugar. Con esto no quiero restarle mérito al record que consiguió mi compatriota, es una proeza grandísima. Pero no es lo mismo marcar semejante cantidad de goles en Estados Unidos que en Europa.

Imagen sacada de Esporte Gringo

No se trata sólo de la cantidad de goles que marca, que es escandalosa; sino de la superioridad que demuestra sobre las defensas rivales. Uno ve la clara diferencia de nivel entre Josef, un tipo con experiencia en Europa y los defensas norteamericanos a los que enfrenta, que no tienen ni la menor idea de cómo detenerlo. Y si consideramos que Josef es un tipo que fracasó en sus últimos años en Europa, nos hace dudar sobre la calidad de los equipos que enfrenta.

Otro que hace ver la MLS como un juego de niños es Zlatan Ibrahimovic. El gigante sueco llegó en marzo de este año al LA Galaxy y ha marcado 16 goles en 20 partidos. He tenido la oportunidad de ver varios de sus juegos con el Galaxy y la superioridad sobre sus rivales es pasmosa. Zlatan hace lo que le da la gana cuando entra al terreno de juego y deja ver el nivel amateur de muchos de los defensores de la MLS. Y sé que es Ibrahimovic del que estamos hablando, pero recordemos que el venia de una lesión de rodilla que lo tuvo apartado 6 meses y que pudo ser el final de su carrera. Si Ibra siguiera en Europa veríamos con claridad que dista muchísimo de ser el mismo jugador de hace algunos años, pero el nivel de la MLS lo hace ver como si estuviera en sus mejores años. Los defensores entran en pánico y no tienen ni idea de qué hacer cuando el sueco avanza al arco, esas cosas no son de una liga seria.

Y por último quiero hablar del colombiano Carlos Darwin Quintero quien ha sido de los extranjeros más recientes en incorporarse a la liga. Quintero llegó al Minessotta United procedente del América de México. Yo siempre seguí su desempeño en la liga mexicana con Santos y América, me parecía un muy buen delantero de nivel de selección nacional. Sin embargo los años no le pasaron en vano y al llegar a sus 30 años su rendimiento bajo mucho, simplemente ya no era relevante en su equipo. Por esto me sorprendió que apenas debutara en la MLS empezara a hacer desastres. Hace muchísimo ruido que un delantero de nivel medio en la curva descendente de su carrera pueda demostrar tanta superioridad, haciendo ver a los defensas rivales como niños que se lanzan a sus pies antes la imposibilidad de detenerlo. Pero de nuevo, se trata del nivel de la MLS que convierte a Carlos Darwin Quintero en estrella de la liga con 10 goles y 7 asistencias en 20 partidos.

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La realidad es que a pesar de que el crecimiento de la MLS es notorio, aún le falta muchísimo para llegar a ser una liga de primer nivel en el continente americano, ni siquiera compararse con las europeas. Muchas veces vemos cierto aire de amateurismo en sus jugadores, se nota en como juegan. La mayoría de los equipos defienden peor que el United de Mourinho. En la MLS hay muchos jugadores centroamericanos que simplemente no tienen nivel y aún deben trabajar mucho en el desarrollo de talento local.

Quizás uno de los problemas es que en la MLS hay demasiados equipos. Realmente tener 22 equipos es innecesario cuando la mitad son un desastre absoluto. Si redujeran los equipos, los jugadores de calidad podrían repartirse mejor y brindar un mayor espectáculo futbolístico. Pero eso es inviable, simplemente no favorece al inmenso mercado económico que significa el fútbol en Estados Unidos, con sus estadios llenos sin importar quien juegue. La MLS va por buen camino, tienen la organización, estadios impecables, una fanaticada consolidada; sólo falta ese salto de calidad que estoy seguro que en cualquier momento se dará y convertirá a la MLS en una de las mejores ligas de América.