El insólito mundo de tus pies descalzos / 30 minutos para café.
Un café negro con poca azúcar, y el diario matutino todos los días, desde hace tres meses, eran la excusa perfecta para sentarse en aquel café todas las mañanas junto a la plaza, justo enfrente del edificio donde vivía y poder observar aquellos rizos dorados, que brillaban junto con los primeros rayos del sol en aquellas mañana. Alimentar a las palomas y escuchar tararear una melodía desconocida pero a la vez muy relajante para su gusto, era lo que le daba ganas a aquel hombre de seguir en la misma rutina diaria día tras día.
Rizos dorados como el oro hasta los hombros, mejillas con muchas líneas divisorias, ojos azules como el mismo cielo, mirada y sonrisa angelical, sus dientes tan perfectamente alineados se dejaban ver cada vez que sus hermosos labios dejaban escapar una sonrisa tan encantadora, que le robaba el aliento cada vez que la contemplaba
Solo 30 minutos duraba aquel ritual cada mañana, los 30 minutos diarios más encantadores de sus días. Cada vez que transcurrían esos 30 minutos solo deseaba con ansias el siguiente día para volver a contemplar tan adorable presencia, presencia que hacia que su corazón palpitase de emoción con cada latido, uno mas fuerte que el otro.
Siempre al pagar la cuenta la mesera le recordaba que estaba en pijama, descalzo y con el cabello algo alborotado, pero este nunca le daba respuesta.
Un día aquel hombre no llego a sus 30 minutos de feliz mañana a disfrutar de su café con poca azúcar, no había un diario que leer, ni mucho menos unos hermosos rizos que apreciar, mejillas texturizadas que admirar, ojos, mirada y labios angelicales, tampoco aquella melodía tan tranquilizante, así pasaron días, semanas, y meses. La mesera acostumbra a la presencia de aquel cliente silencioso, amable y muy gentil, que siempre ocupaba en lugar en la terraza de aquel café que daba junto a la plaza frente a ese edificio, se extrañaba de tal ausencia, mas sin embargo siempre dejaba el lugar reservado por si el aparecía.
Tres meses después la mesera se acerca a una de las mesas, atiende el pedido de un hombre muy bien vestido, usaba saco y corbata, cabello tan perfectamente peinado, perfume de muy buena calidad y portaba un reloj de buena marca, leía otro diario, pero no el diario local. La mesera no podía identificar el rostro de aquel cliente porque el diario de medio pliego le cubría por completo. Un café negro con poca azúcar fue el pedido de aquel cliente. La mesera de inmediato identifico la voz de aquel cliente y sin vacilar le pregunta con un tono en confianza, el por que de su ausencia, a la cual este le responde.
Mi madre enviudo al yo nacer, y nunca quiso volver a tener una pareja, por ende fui hijo único, razón por la cual ella se dedico a mi en cuerpo y alma como era de esperarse de toda madre, me crió con principios y valores, me dio una buena educación y me preparo para ser un hombre de bien. Todos los días al levantarme para ir al trabajo, ella me preparaba una taza de café antes del desayuno, me gustaba verla como se desenvolvía tan bien en la cocina, mientras yo aun en pijama, descalzo y despeinado disfrutaba de mi café.
El diagnostico del doctor fue claro y preciso, luego de eso comenzó a desvanecerse poco a poco. Y desde hace seis mese, ya no la tengo conmigo.
A esto la mesera le dice, - querrá decir tres meses, ya que es desde que dejo de venir.
No. Hace tres meses que la deje ir…
Un tanto enigmático tu relato, @tatorey. El final resulta interesantemente ambiguo, desde mi interpretación, y un personaje protagonista que se nos presenta también con cierta doblez e indeterminación. Me gustó: es de los relatos que me atraen por su problematización de la significación única y cerrada. Saludos.
(Te sugeriría revisar unos detalles ortográficos o mecanográficos y editarlo)
Gracias @josemalavem me siento satisfecho al saber que mí escrito le gusto
Revisare lo sugerido
Puedo observar en tu relato la virtuosidad de un hombre que sabe escribir y se deja llevar por la fuerza de los personajes.
La relación con la mesera, la interiorización de su presencia y dejarla ir... es muy interesante.
Me dio gusto leerte.
Aun sigo en pañales en comparación con otros, pero cada día me esfuerzo por ser mejor en mis escritos.
Un alago que le gustara hermano, y un placer el poder leer su comentario. Saludos
Tocó mi corazón @tatorey con su relato , tocó mi imaginación además, interesante su contenido, en tres meses logró recuperar su vida. La perdida de una madre es algo "abrumador" inclusive diría que "bestial". Muy bien tratado el tema, con mucho respeto por quienes no manejan el dolor en el primer momento, éxito
Muchas gracias hermano, veo que entendiste a plenitud el contenido del relato.
Gracias por leer.
Votado! se lo debía a tu talento, éxito
Mmm... veo potencial @tatorey, pero hay cosas de ortografía y gramática que están regular. Faltan varias tildes y, por ejemplo, en el primer párrafo hay una frase larguísima; la lectura me pide alguna pausa más.
Vine por la Semana lectora, saludos.
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Muy interesante ese final. Dejas mucho en que pensar, en la asociación de los tres meses.
Votado
Gracias hermano.
Votado:
Me gustó tu manera de redactar. Sencilla, firme.
Tiene un profundo mensaje sicológico que, seguramente, cada lector interpretará a su manera.
Era la idea mi amiga, tratar de ser sencillo pero a la vez lo mas sensible posible.
Objetivo logrado
Gracias. :)