Aprendiendo a vivir en mi Venezuela.
Mis apreciados miembros de esta comunidad, les agradezco la oportunidad de permitirme presentar esta publicación que hoy se refiere a mi perspectiva acerca de mis nuevas experiencias de aprendizaje en mi querida Venezuela , sobre todo en estos últimos años de incremento de esta hiperinflación.
El transporte público.
Cada día en este país se convierte en una oportunidad de incursionar en muchas novedades como por ejemplo compartir el transporte público con gran cantidad de personas acompañándote en las paradas de los buses, luego de esperar durante un lapso de tiempo (una vez que notas que ha pasado más o menos una hora) se puede llegar al trabajo caminando y convencido de que no te queda muy lejos.
Para quien ya no posee vehículo particular, le puede resultar incómodo tener que caminar pero luego debe comprender que esto tiene que ser una nueva oportunidad para estar en forma otra vez porque antes se estaba volviendo en una masa de carne con la pancita muy inflada debido a la falta de ejercicio pero ahora “o adelgazas o adelgazas”.
Salir de compras ahora exige de mucho ingenio e inteligencia.
Antes se acostumbraba a salir de compras casi quincenalmente pero ahora por la altísima inflación imperante (que pareciera una historia sin fin), se debe dedicar parte importante del tiempo a utilizar mucha creatividad y buscar la forma de resolver( sobre todo la comida), buscando cosas más económicas día a día, si antes se cocinaba un pollo entero para un almuerzo familiar, ahora corresponde “usar la pensadora” y combinar con lo que se consiga más barato.
Aguantas con lo que tienes y te pones creativo o abandonas el barco.
Hoy cada vez que se cumple con la meta trazada de conseguir el sustento para alimentarse, algunas familias suelen ser agradecidos con Dios mientras otras, ya cansadas de las situaciones, desesperanzadas, tristes, angustiadas, preocupados y por la experiencia que les resulta traumática, deciden prepararse para abandonar el barco, rumbo hacia un nuevo horizonte en países donde aparentemente la cosa marcha distinta.
Fuera de la Zona de Confort.
Se observa un gran movimiento de profesionales que cada vez aumentan porque “no se la calan”, en lo que respecta a las antiguamente denominadas clases media altas, clase media baja y las pobres, ya no hay distinción en cuanto a la actitud de decidir marcharte de esta tierra tricolor, suelen ser distinto los alegatos para tomar la iniciativa de marcharse, en muchos casos cuando no se está acostumbrado a no tener leche ( ya por lo elevado de su costo), comer la arepita de “maíz pilao”, cocinar sin aceite y cosas que para quien no vive en esta tierra le puede resultar _ increíble_ .
Deserción en Escuelas y Universidades.
Si, una consecuencia de la emigración de venezolanos evidentemente incide en la altísima deserción tanto a nivel educativo como laboral. Siendo docente universitario puedo dar fe de que es asombroso ver que durante un semestre son alrededor de un 50% de estudiantes los que abandonan sus estudios para marcharse a otros sitios donde, en muchos casos, no hay garantías de poder continuarlos y pese a las orientaciones que se les puedan dar acerca de terminar sus carreras , lo cual les facilitaría sus emprendimientos profesionales en otros países.
¡Al mal tiempo…buena cara!
Lo anterior ha sido una parte de la perspectiva de esta servidora que, a pesar de vivir y padecer esta realidad, no se rinde. Estoy consciente de que el decirle o sugerirle esto de mantener las esperanzas a un venezolano que atraviesa por las circunstancias ya mencionadas, no resulta fácil pero, no puedo estar en paz sin decirles que la vida espera mucho de cada uno de nosotros y que poniendo empeño, ayudados por nuestro espíritu de superación podemos salir de este caos.
Libérate de las ataduras y vuelve a empezar…
Mientras estés vivo no te canses porque en algún momento no muy lejano todo va a mejorar, tiene que mejorar, las cuerda se rompe cuando se tensa demasiado, algo más allá de los pronósticos fatalistas de economistas y políticos fraudulentos me lleva a sentir que esta crisis como todas las crisis tiene que pasar, si piensas marcharte que Dios te bendiga, si decides quedarte piensa que falta poco para que toda esta oscuridad pase, pero actúa, busca el equilibrio , que la tranquilidad sea interna pero desde tu accionar diario.
Ayuda a quien puedas ayudar, ama porque el que entrega amor lo recibe, empieza a dar sin esperar nada a cambio, hazlo de corazón, busca tu poder interior , tu fuerza interna, tu amor propio porque hay muchas personas toxicas que solo se quejan a diario y eso te puede contaminar ( sé que la situación es delicada), apóyate en personas que piensen como tu y que decidan a emprender como tú lo estés haciendo.