Hola. Hoy te traigo el tema: No conviertas la queja en tu estilo de vida. Te aseguro que estos tiempos ya estarás familiarizado; pero de todas formas quisiera saber qué piensas.

¿Te has fijado cuántas veces al día te quejas? ¿Te has fijado cuánto tiempo inviertes en el día quejándote?

Fuente

Cada persona tiene un estilo de vida diferente. Cada persona decide lo que es importante para su estilo de vida y lo que no lo es. Por eso cada uno de nosotros tiene una forma muy personal de percibir el mundo, de acuerdo a la experiencia, trayectoria o como quieras llamarlo.

Lo cierto es que en ese ejercicio de vivir tenemos inconvenientes, contratiempos, malos días…

La filosofía de vida con que te permites vivir moldea el día a día. Ante los problemas diarios decides la forma cómo lo enfrentas. Quizás sea totalmente normal que de vez en cuando nos quejemos de algo que fortuitamente nos moleste.

Sin embargo hay personas que nada más comenzar el día ya tienen una lista muy larga de quejas sólo esperando para desfilar: del trabajo, el dinero no alcanza, los servicios públicos no sirven, la pareja no nos entiende, los hijos son desconsiderados…la lista seguro que es interminable.

Una situación curiosa que propone la queja es que detrás de ella se esconde el ánimo de asumir de alguna forma que los demás tienen la culpa o la responsabilidad de los que no nos parece,

La complejidad de la sociedad de hoy nos pone continuas pruebas de toda índole que bien desafían nuestra capacidad de comprensión y resistencia.

La queja se está volviendo más que un sistema de vida, se está volviendo una adicción social.

¿Ya sacaste la cuenta de cuántas veces al día te quejas?

¿Ya sacaste la cuenta de lo que podrías hacer con todo este tiempo?

Fuente

¿Pero es realmente mala la queja?

En algún momento quejarse podría servirnos de escape, de descarga, de desahogo; lo perjudicial para nuestra salud y la de todos los que nos rodean es que hagamos de esta práctica un modo de vida.

Si empleamos gran parte de nuestro tiempo a visualizar lo negativo no vamos a poder ver las soluciones, ni que somos parte de ella y no del problema. Además caeremos en un círculo vicioso donde adosaremos a los demás las culpas.

La psicología contemporánea aboga por trabajar en función de disminuir drásticamente el tiempo que dedicamos a quejarnos ya que esa es una práctica que nos disminuye la vitalidad, nos baja la autoestima y no cercena la posibilidad de emplear la creatividad en buscar alternativas.

Quejarse no hace que las cosas cambien ni que funcionen mejor; sólo sirve para regodearnos y que los demás se enteren de que algo no nos agrada.

Fuente

No hay nada mejor para evitar las responsabilidades que quejarse.

No hay acción más fácil y cómoda que quejarse. La queja nos hace prisionero de la realidad a la cual nos referimos, paralizando acciones e ideas, bloqueando por completo el futuro. La queja es un muro, una pared, que nos dice hasta aquí puedes llegar.

Actúa, deja de quejarte.

Si es tu situación, pide ayuda. No esperes que la solución venga desde fuera, ya que es desde tu interior donde debes emplear todos tus recursos para evitar que esta práctica dañina se convierta en tu forma de vida.

Puedes pedir a un amigo que te monitoree y que te recuerde cada vez que la queja sea tu tema de conversación.

Pelgrims y Blancpain son dos autores que proponen una iniciativa para ayudar a las personas a abandonar el hábito de la queja, resaltan lo indispensable que puede ser para nuestra vida si durante un mes abandonamos la costumbre de quejarnos.

Ellos afirman que aumente el nivel de felicidad; nos volvemos más creativos; trabajamos sobre nuestro autoconocimiento al poder ver cuáles son realmente nuestras fortalezas y creatividad para resolver problemas.

Fuente

¿Eres de los que se quejan todo el tiempo? ¿Cuánto tiempo creer que podrías estar sin quejarte?

Te invito a descubrirlo.

Referencias

Así te cambia la vida si pasas un mes entero sin quejarte

Dejar de quejarte podría cambiar tu vida por completo