"Las aventuras espaciales de Jack Star, Sección 4" (Una historia en desarrollo)

Vamos con la cuarta entrega del recopilatorio de "Las aventuras espaciales de Jack Star". Una serie/historia que estoy escribiendo en las convocatorias de #microcifi256, un divertido concurso de micro-relatos de ciencia-ficción organizado por el amigo @trenz. Si quieres leer todo lo antes acontecido, puedes encontrar los capítulos anteriores en esta publicación.

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Pixabay

Jack Star. Sección 4

Capítulo 10. Letargo

Tema: Hiperrealidad

La doble prisión de la Primera Dama abarca también lo mentar -- Fuente

Era temprano, la Primera Dama abrió los ojos con lentitud, siempre le llevaba unos minutos desperezarse. Oía unos pájaros cantar cerca, ya no quedaban muchos en las ciudades, pero ella podía oír a los que criaban en los jardines del Palacio de Libertad. Estaba sola, Vito debió haber salido temprano. Se levantó y abrió el ventanal que daba vistas al ampuloso jardín. Era primavera, hacía un día estupendo y podía disfrutar el torbellino de olores que llegaban de la reserva botánica. Tomaría un buen desayuno y saldría a dar un paseo antes de prepararse para el acto de nombramiento de su esposo.

Se sentía como en una nube, como en una especie de éxtasis relajado. Era feliz.

Se vistió y se dispuso a bajar al comedor. Llegó hasta la puerta de la habitación, pero cuando quiso abrirla… no pudo. ¿Por qué estaba cerrada la habitación? Qué extraño. Miriam fue a su mesita a por el comunicador, avisaría a alguien. No podía quedarse allí todo el día. Para su sorpresa, el comunicador no funcionaba.

La sensación agradable que la embriagaba se iba tornando, lentamente, en algo más. Comenzó sintiendo un leve mareo, pero casi de repente todo empezó a nublarse, a oscurecerse. Un viscoso sonido sustituía ahora al piar de aquellos pájaros. Humedad. En un instante lo vio, como un flash, antes de desmayarse. Un asqueroso Vulniano la sujetaba, estaban en una especie de celda hexagonal, quería inyectarle algo…

¿Cuánto tiempo había pasado? De nuevo, se sentía como en una especie de éxtasis relajado.

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Capítulo 11. La crononauta

Tema: Las crononautas

La hija de Vito Lezo, Daiana, combatiendo en un tiempo futuro. - Fuente de la imagen.

La decisión ya estaba tomada: la mayor ofensiva jamás iniciada por parte de la humanidad contra los vulnianos. Habían secuestrado a la Primera Dama para usarla como reclamo en la consecución de sus exigencias. La devolución completa del control de los dos sistemas adyacentes al sistema Vuln; uno de ellos, Petros, sede de la estación GenoStar. En lugar de eso, conseguirían que Vito Lezo usara todo el poder de choque disponible contra ellos. Pero Jack tenía sus dudas, la tecnología de fuego de los alienígenas era superior a la suya y si lograban desembarcar, probablemente serían superados en campo abierto. Era prácticamente un suicidio.

  - Está llevando a decenas de miles de soldados a la muerte, señor. –Junto al Coronel al mando, Jack consumía el último intento de convencer al Presidente. Un ataque frontal no era una buena idea.

  - Nuestra flota despegará dentro de diez horas exactas. Será mejor que se preparen… -Vito se levantó y giro su cuerpo hasta quedarse frente al ventanal del despacho, dando la espalda a los dos hombres.

De repente, un fuerte destello los sobresaltó a todos. Fuera, en los jardines, una esfera blanca y humeante se disimulaba a medida que la neblina causada por su llegada desaparecía. En la esfera se deslizó lo que debía ser una compuerta, una chica joven salió de ella mirando al líder cara a cara. Su expresión era amigable, como si conociera demasiado bien al Presidente.

  - Debes cancelar esta ofensiva, padre… -dijo cuando por fin el mandatario la tuvo frente a ellos.

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Capítulo 12. El otro futuro

Tema: Azul y viscoso

El postre favorito del Teniente Star -- Fuente

Jack se despertó en medio de la noche. Habían pasado dos semanas desde la llegada desde el futuro de Daiana, la hija del presidente; aquí sólo era un bebé. En su tiempo, sí se llevó a cabo la desesperada ofensiva a Vuln IV con un catastrófico resultado. Fracasaron, la flota humana se redujo casi a la nada y Vito Lezo acabó firmando una dolorosa rendición. Todos los planetas fueron tomados y la humanidad esclavizada. Severas reducciones de población, granjas de alienamiento… Sólo unos pocos escaparon, Jack Star y un puñado de soldados modificados que formaron una organización prófuga conocida como El Fénix Negro, ellos eran la única resistencia libre. Vito Lezo y la Primera Dama fueron ejecutados a los pocos días de aquella rendición.

No podía dormir bien, se levantó pesadamente y fue al comedor en busca de un poco de gelatina de arándanos. De tono azulado, era un postre que se había puesto muy de moda. A Jack le encantaba desde siempre. Le recordaba a su infancia y casi siempre conseguía relajarlo.

  - Es extraño conocerte tan joven. En el futuro… -Daiana estaba ya en el comedor cuando el joven teniente asomó por la entrada- Es algo que aún no he contado… Cuando ejecutaron a mis padres, tú y los demás “supersoldados” que escapasteis conseguisteis llevarme con vosotros. Tú me criaste. En realidad eres como un padre para mí… además del líder de El Fénix Negro.

Jack soltó la viscosa gelatina y miró a la chica, perplejo. ¿Cómo se supone que tenía que tomarse eso?