AMISTAD // CUENTO LITERARIO

in #castellano6 years ago

¿Que nos sucede realmente después de nuestra partida física?

Todos nos hemos hecho esta pregunta en algún momento de nuestras vidas, esto ha llevado a la humanidad a un sin fin de incógnitas y de respuestas, es un tema de discusión muy extenso y difícil de explicar, muchas personas, religiones y hasta los más escépticos científicos han trabajado en el tema, se ha convertido en una intensa búsqueda para una explicación más allá de lo material ¿lo espiritual?


FUENTE

Inmerso en la oscuridad de la noche, solo los faros de luz de su gran vehículo le servían de guía para poder trasladarse en la carretera, una gandola que diariamente conducía de un lugar a otro con el propósito de llevar materias primas para la elaboración de productos metálicos, todos sus viajes eran durante las noches, alojándose si era necesario en cualquier motel que se encontrara por el camino.

Se trasladaba por distintas partes de su país , llamándose a sí mismo el transportista nocturno, era su pasión el conducir aquella enorme máquina, permitiéndole además conocer innumerables lugares de su tierra que desde muy pequeño siempre deseo hacer tal cosa, le decía a su señora madre seré un viajero del mundo, pero primero conoceré mi amado país, como cosa del destino había encontrado un empleo que le permitía realizar parte de su gran sueño, tenía como norma a si mismo aceptar traslados de mercancías a lugares diferentes o al menos repetir la ruta dos veces por mes para conservar algunos buenos clientes.

Trataba de recordar cada camino, un día luego de haber revisado bien las condiciones de su camión, sintió en pleno viaje que algo le estaba fallando a su pesado vehículo, entonces decidió detenerse para chequearlo , al frenar como a cuatro metros de distancia estaba parado un señor vestido totalmente de blanco, mira su reloj y eran las 2:15 am, al verlo le causo impresión por la hora y en medio de la nada, ya que lo más cerca quedaba como a 6 horas de viaje, al ver el camión parado el señor vestido de blanco se le acercó.

-Buenas noches amigo, ¿le puedo ayudar en algo?

-Buenas noches señor, gracias por su ofrecimiento, pero solo me detuve a darle un rápido chequeo a mi camión, sentí alguna falla en el motor pero todo está de maravilla.

-No lo dudo, se nota que sabe mucho de estas cosas, le responde el señor vestido de blanco, mis disculpas si lo molesto mi nombre es Juan Olivares y mi intención no es inquietarlo con mi presencia, vi la oportunidad de poder ayudarlo y pedirle que me diera un pequeño aventón unos kilómetros más adelante.

-No se preocupe señor Juan, gusto en conocerle me llamo Alfredo, no me inquieta su presencia, solo me parece extraño que un señor como usted ande solo por estos lares y a estas horas de la noche.

-Si me imagino que le parezca extraño, es que hace tiempo tuve un accidente exactamente en este lugar y de vez en cuando vengo a recordar lo sucedido, me traslade aquí gracias a una buena persona que me trajo, pero nadie me ha querido parar para llevarme de regreso, razón por la cual se me hizo muy tarde, por eso me atreví acercármele para pedirle el favor de llevarme donde una vieja amiga a unos pocos kilómetros de aquí.

-Sí, no se preocupe respondió Alfredo, pero nunca he visto nada cerca de esta carretera he pasado muy pocas veces por acá pero mi memoria es muy buena recordando lugares.

-A lo mejor con la velocidad que lleva y la oscuridad nunca ha visto el lugar, pero si me permite le explico y vera que no estamos muy lejos de la casa de mi amiga, afirmo el señor Juan.

-Está bien señor Juan, si usted es de esta zona conocerá mejor el lugar que yo.

Todo chequeado y bajo control, el conductor y el inesperado pasajero se preparan para seguir el camino junto hasta llegar al lugar antes descrito, ya dentro del vehículo ambos inician una conversación muy amena.

-Pensé que se asustaría con mi presencia, se escucha decir tantas cosas por estos caminos, que en la oscuridad de la noche rondan muchos espíritus de personas que han perdido sus vidas, acaso usted no ha escuchado alguna de esas historias, termina comentándole el señor Juan.

-Muchas de esas historias he escuchado, pero me parecen solo cuentos de fábula y por eso no me atemorice al verlo, la vida está protagonizada solo por nosotros los seres vivos de carne y hueso como usted y yo, no por los que se han ido, ya esas personas es imposible que se comuniquen con nosotros, afirma el joven conductor.

-Entonces usted es la persona indicada para ayudarnos, no se atemoriza ante nada ni ante nadie, expresa el señor Juan con una gran sonrisa de felicidad en su rostro.

-No sé a qué se refiere, cuando dice que soy el indicado para ayudarlos a usted y a su amiga me supongo, pero si está a mi alcance lo hare con gusto.

-Se lo que te digo mi amigo conductor, he estado visitando ese lugar donde me encontraste por muchos años, vi llegar muchos choferes como tú y al momento de acercarme todos huían despavoridos del sitio, sinceramente ya había perdido la esperanza de poder visitar a mi amiga para despedirme y unirme con mi familia para estar juntos por siempre.

-Alfredo convencido en que la edad del señor Juan ya había afectado su cordura metal, por lo tanto solo escuchaba fijamente las palabras de aquel simpático anciano, para que se sintiera atendido durante el trayecto del viaje.

Al pasar la media hora el señor Juan le informa al conductor, que ya faltaba muy poco para llegar, Alfredo extrañado y ansioso por ver aquel lugar donde se quedaría su inesperado acompañante de viaje, decide bajar la velocidad y en efecto a unos pocos metros delante de ellos observa algunas luces a un lado de la carretera, el señor Juan le dice ya casi llegamos es ahí donde están esas luces.

-Al frenar Alfredo expresa de verdad nunca me había fijado de este lugar, ¿está seguro que es aquí?

-Si mi amigo más que seguro es aquí, le expresa el anciano.

Una pequeña casa a la orilla del camino con poca luz, no se lograba observar bien la fachada de la misma, nadie salió a recibir al señor juan.

-Es exactamente aquí donde vive mi vieja amiga, manifestó el señor Juan, gracias por traerme y que Dios siempre lo lleve a salvo a su destino, tenía mucho tiempo que no visitaba a mi buena amiga, si quiere puede bajarse a tomarse por lo menos un café antes de partir. El señor Juan solo ganaba tiempo con su nuevo amigo ya que necesitaría de la presencia de Alfredo para poder lograr uno de los primeros pasos y despedirse de su querida amiga.

-Me parece genial le responde Alfredo, así me distraigo un poco y alejo el sueño ya que me falta muchas horas de viaje.

Logrado el cometido por el anciano, ambos se acercan a la casa tocan la puerta y en efecto sale una señora ya mayor con sus cabellos canosos y extrañamente también vestida de blanco, al ver al señor Juan se emociona abrazándolo con mucha energía.

-¡Que de tiempo mi viejo amigo que no me visitabas! Pensé que jamás nos volveríamos a ver.

-Tienes razón mi buena amiga, no había tenido la oportunidad de conocer a alguien que me trajera a tu casa, sabes cómo es que puedo llegar aquí y poderte visitar, he pasado muchos años esperando este momento es por eso que he traído conmigo a tal persona, gracias a su noble corazón nuestra larga espera llego a su término, por lo menos en esta primera parte.

-Sí, un placer en conocerlo mi valiente colaborador, de verdad agradecida por traer a mi amigo que ya tenía pero muchos años sin poder hablar con él, mi nombre es Teresa y desde este momento estoy a la orden para lo que necesites, solo Alfredo desconocía el gran interés por estos ansíanos para con él.

-Alfredo, para mí fue un gran placer en haberlo acompañado hasta su casa, pero no entiendo por qué no la ha venido a ver, si me acaba de mencionar mientras lo traía que visita estos lugares con mucha frecuencia recordando un accidente que tuvo cerca de aquí.

-Si me imagino que se queda atrapado cada vez que ve el lugar donde ocurrió su accidente y se le pasa el tiempo, expresa la anciana, ofreciéndole al conductor una caliente taza de café.

-¿Tienes mucho tiempo viajando por estos lugares? Pregunta la anciana al joven chofer.

-Tengo mucho tiempo viajando, es mi pasión desde niño, conocer muchos lugares, me siento feliz cuando conozco un nuevo horizonte, no acostumbro pasar con regularidad por un mismo camino, pero he pasado en varias ocasiones por acá le responde el conductor, para ser sincero nunca había visto su casa, claro paso una o dos veces por mes a altas horas de la noche, ya de regreso tomo otro camino, por lo que en el día nunca he pasado por esta carretera.

-Entonces te podemos ver ahora más seguido por mi casa ya que sabes ahora donde queda, así aprovecha mi amigo de venirse contigo y visitarme más a menudo, le comenta la señora teresa.

-Con gusto lo haría le responde Alfredo, pero nunca paso los mismos días por acá, como sabría el señor Juan el momento de yo pasar por él y es un peligro esperarme a tan altas horas de la noche.

-Tiene razón el muchacho expreso el señor Juan, no lo atosigues con tus palabras después veremos cómo nos volvemos a encontrar, más adelante llegara otra persona que se apiade de nosotros y me traiga a visitarte.

-Tienes razón Juan es que me siento culpable, ya que no te has podido reunir con tu familia, esperando concluir tu conversación conmigo, ese día que partiste dejamos nuestra conversación bastante inconclusa, hasta este momento y si Alfredo nos permite podemos adelantar lo más posible, afirma Teresa.

Alfredo, ya un poco confundido por las palabras de ambos ancianos, pensando que se trataba de un par de septuagenarios que ya le estaba pegando la edad y que tenían cierta paranoia de tenerse que ver por las madrugadas, decide darle un espacio mientras disfrutaba de la segunda taza de café. Pasado ya varios minutos de haber culminado y deleitado aquel aromático café, decide acercarse al par de ancianos y comunicarle de su retorno al largo viaje que aún le esperaba.

-Teresa, Bueno hijo tanto Juan como yo agradecidos enormemente por lo que haces por nosotros y no haber salido corriendo en el momento en que lo viste.

-No le temo a nada señora, lo traje porque una persona como el señor Juan no debería estar a tan altas horas de la noche por la carretera, sé que cuando las personas vamos envejeciendo nos ponemos algo paranoico con las cosas, así que traten de verse y visitarse de día para que ninguno de los dos corran algún peligro, les termino aconsejando Alfredo.

La anciana mirando al señor Juan le comenta, desde la última vez que me visitaste nadie se había atrevido a traerte, es por eso que podemos contar con este joven para seguir viéndonos más seguido y dar por terminado lo pendiente, ya veremos le responde el señor Juan.

El joven chofer seguía la corriente de aquel par de longevos, mientras bebía su tercera taza de café que por cierto expreso que jamás había probado uno como este, se sintió muy bien con ese par de ancianos con los cuales compartió más del tiempo que pensó estar, ya relajado y muy tranquilo a pesar que había perdido algunos minutos de viaje, se despide de sus nuevos amigos dándoles un consejo, espero que el destino nos vuelva a tropezar son un par de personas maravillosas, que merecen estar siempre unidas para siempre.

-Juan, pero eso ya no es posible, por lo sucedido tomaremos destinos contrarios, es por eso que gracias a tu ayuda lo estamos haciendo.

Después de tales palabras listo a partir, se monta en su camión y continua su largo viaje para seguir y cumplir con su trabajo, en todo el camino estuvo pensando en el par de ancianos y los locos que estaban por andar visitándose a altas horas de la noches, ojala que a mí nunca se me dé por visitar a mis amigos de esa manera cuando envejezca, diciéndose Alfredo a sí mismo.

Luego de tanto transitar durante más de un mes , vuelve a tocarle la ruta que le había dejado un grato recuerdo al compartir con aquellos par de ancianos, al recordar aquel momento se reía por haber formado parte de aquella aventura, al pasar exactamente por el lugar de aquella madrugada, bajo la velocidad para salir de dudas, pensando que el señor Juan se les escapaba a sus familiares y todas las noches se iba a esperar una cola para que lo llevara para donde su vieja amiga, al pasar por el lugar a muy baja velocidad un vehículo pequeño venía detrás de él, al cual le hiso seña para que pasase, no observo a nadie a la orilla de la carretera como aquella madrugada.

Convencido de no ver al señor Juan se dispone acelerar, recorriendo ya varios metros del punto de encuentro de aquella noche, observa por el retrovisor de su camión y ve un visaje, como si alguien lo miraba o lo estaba saludando, algo atemorizado y a la vez preocupado decide ir en retroceso para ver que había notado, de pronto siente que del lado del vidrio del conductor le tocan la ventana, decide bajarse, siente que alguien le habla y le dice otra vez tu buen muchacho, has venido a darme de nuevo el aventón.

-Alfredo sorprendido ahora si por aquella voz decide preguntar quién le había hablado y de la oscuridad sale el señor Juan.

-Soy yo muchacho pensé que no te volvería a ver, con todo lo que te dijo mi amiga creí que te había molestado.

-Alfredo, En absoluto señor Juan es que pienso llevarlo conmigo para luego buscar a su familia porque no puede estar solo por estos lugares.

-Tu sabes que solo deseo ir a visitar a mi amiga ella siempre fue la única que me supo comprender en las buenas y en las malas, así que es imposible que me lleves para donde mi familia, ya ellos se despidieron de mi hace muchos años y con tu ayuda pronto estaré con ellos.

-Alfredo, ¿entonces donde vive usted señor Juan?

-Por todas partes mi buen amigo, al principio no entendía lo que me pasaba pero ahora me he acostumbrado a estar de esta manera.

El joven chofer pensando aun en la pérdida de memoria de aquel anciano, concluye que el señor Juan había estado perdido por muchos años y sin acordarse de la casa de sus familiares, mucho más porque aún estaba vestido de blanco como aquella madrugada, decide montar de nuevo al señor Juan en su camión para llevarlo con su querida y apreciada amiga y aprovechar para preguntarle a la señora Teresa la dirección del señor Juan.

Al llegar se sintió como si había estado siempre en aquella casa, que al principio afirmaba nunca haberla visto, saludando a la amable y dulce anciana entra a la casa acompañado de su ahora amigo el señor Juan y como la primera vez hablaron de todo un poco los tres, se sentían a gusto uno del otro y al joven conductor se le olvidaba la preocupación de llevar al señor Juan con su familia.

-Aquí siempre tendrás una amiga en donde llegar mi buen muchacho nos has traído en tus viajes nuestra felicidad a pesar que desconoces algunas cosas y que algún día te darás de cuenta, el joven chofer convencido siempre de la pérdida de memoria de aquel par de ancianos se alista para seguir su acostumbrado viaje, se despide de ambos y se marcha en su camión.

De esta manera mensualmente unos días más unos días menos el joven chofer pasaba a buscar al señor Juan para llevarlo para donde su amiga compartiendo con ellos por varios minutos y marchándose con gran cariño y aprecio con ambos.

Un día el señor juan le agradeció por todos esos gratos momentos que gracias a él, había vivido como su amiga, pero que ya había llegado el tiempo de partir porque toda la conversación pendiente con su amiga ya la había tenido, ese era el trato y su permanencia en aquel lugar.

-No se preocupe mi amigo Juan me imagino que ya le vino la lucidez a su mente y quiere reunirse con su familia.

-Si mi amigo Alfredo me esperan ansiosos, no podía estar con ellos hasta no cumplir con mi amiga, a partir de este momento ambos tomaremos caminos diferentes a pesar de nuestro mutuo aprecio debe ser así.

Esa madrugada, todo fue algo más tenso entre ambos ancianos porque sabían que no se volverían a ver, sin embargo en ese momento todo se ilumino y con un corto baile recordando un pasaje feliz en sus vidas se dijeron adiós, al despedirse del joven chofer lo abrazan murmurándole algo a su oído. Contrariado, el joven se despide de ellos, pero siempre pensando en lo que le dijeron sus amigos ancianos, en vista a su preocupación decidió retornar en el día y visitar a la anciana para buscar mayor explicación.

Sorprendentemente al llegar al lugar de encuentro con sus amigos ancianos , estando seguro del sitio, no se encontraba nada de aquella casa que por tanta veces visito con su amigo Juan, un vendedor de jugos se encontraba a pocos metros de aquel lugar, Alfredo se le acerca y le pregunta.

-Buen día joven una pregunta ¿sabe de una casa que estaba ubicada en este lugar, o será más adelante, estoy confundido como siempre paso de madrugada?

-¡Cual casa amigo!, allí desde hace muchos años que colapso esa vivienda, vivía una anciana que constantemente era visitada por un señor llamado Juan, el cual tuvo un accidente a pocos kilómetros de aquí donde perdió la vida, desde ese momento la mujer jamás fue vista por estos lugares y a los días la encontraron sin vida, ella misma se la había quitado, debido a que solo contaba con la ayuda y visitas del señor Juan, conociéndose ambos desde la infancia , nunca pudo tener hijos ni compartió con más nadie, los pocos habitantes que vivían carca de su casa también se fueron porque decían algunas locuras, afirmaban haberla visto salir a esperar a su amigo en el frente de su hogar todas las noches, que locura de esa gente creer que algo así pueda pasar, le manifestó el joven vendedor de jugos, esa historia me la dijo mi mamá y a ella se la conto mi abuelo, se imagina entonces lo que le digo, termino de expresarle el joven vendedor.

-Una pregunta señor chofer ¿era usted algún pariente légano de la doña? porque nunca nadie había indagado por esa casa y muchos menos por la señora que vivió allí.

-Alfredo paralizado al escuchar toda aquella historia, se marchó del lugar mirando fijamente al joven vendedor de jugos, diciéndose a sí mismo sin parpadear lo que ambos ancianos le murmuraron al oído, solo la presencia de una persona con vida nos abriría el portal para nuestra comunicación, esta oportunidad la obtuvimos gracias a la magia de un puro sentimiento, algo maravilloso que nos mantuvo unidos en vida y además nos dio la oportunidad de despedirnos, nuestra AMISTAD.


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Esperando que les haya gustado me despido de ustedes amigos de la gran familia de steemit, hasta la próxima entrega.

autor@rbalzan79

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