¿Vitamina P?
Sí. Vitamina P, no se trata de un error. Éste pequeño nutriente existe desde hace muchos años, pero casi nadie lo conoce, ni lo nombra.
Este compuesto fue descubierto por el premio Nobel Szent-György, quien en 1930 aisló de la cáscara del limón una sustancia llamada citrina. Ésta sustancia regulaba la permeabilidad de los vasos sanguíneos y ayudaba a la vitamina C a realizar sus importantes funciones dentro de nuestro organismo; pero 20 años después, le cambiaron su nombre por uno más rebuscado y la agruparon dentro de los denominados flavonoides… ahora no es una vitamina, pero forma parte de un rompecabezas que tiene más de 5.000 piezas.
La vitamina P, no te da energía, pero es un potente antioxidante que elimina los radicales libres. En pocas palabras, te desinflama y protege contra los virus y las sustancias que dan alergia. Además le hace frente a las terribles enfermedades cardíacas y a uno de los mayores enemigos de nuestra época como lo es el cáncer. Por si fuera poco, te protege de los daños producidos por lo temibles rayos ultravioletas, la contaminación ambiental y los aditivos que se le agregan a los alimentos procesados.
Increíblemente, ésta vitamina es un pigmento natural que tienen los vegetales, las semillas, las frutas, las flores, y algunas bebidas y alimentos; el organismo no la puede producir, por eso debemos consumirla siempre que sea posible.
Entonces, si quieres evitar debilidad, endurecimiento de las arterias y hemorragias, come mucho pimentón verde y rojo, espinaca, cebolla, tubérculo de la cebolla (cebollín) y ajo. Si estos alimentos no te gustan mucho, intenta con la manzana, la naranja y la avena porque también tiene vitamina P.
Espero que tengas buen provecho y hayas podido aprender algo nuevo.
Gracias por leer mi blog…
Para redactar este artículo, he utilizado el interesante libro de Alimentos Funcionales de Mazza editado por Acribia.