Voy a la escuela de mi hijo, donde piden que los niños no coman su desayuno porque eso está programado para luego que se cante el himno nacional. Luego de cantar el himno, comienza la película de terror que solo existe en mi cabeza porque para los demás es simplemente lo normal: observo como niño tras niño se desmaya debido a un largo protocolo llamado “Lunes Cívico” donde sin desayunar deben esperar que los docentes hablen y presenten cosas que solo ellos mismos pueden escuchar. Las maestras acostumbradas a ver los niños en el suelo, comentan que lo mejor es traer alcohol y así de esta forma poder hacer reaccionar a los niños cada mañana luego del desmayo programado.

A pesar de mi falta de entendiendo hacia la obediencia ciega por cumplir con un acto de pantalla, si logro comprender que la escuela seguirá su enfoque tradicional y rígido. Más tarde en el aula de clases de mi hijo, representantes se encuentran rodeando a un niño con labios morados, que está en la mesa de la maestra con más diez minutos sin reaccionar, yo le digo a los demás representantes que la solución está en nuestras manos, ya que no se les permite comer a los niños antes del Himno, y no van a hacer este acto más corto, los niños deberían desayunar en casa antes de ir a la escuela. Pero como yo soy la loca y mis palabras no son coherentes a los oídos ajenos, recibo un gesto de fastidio de un representante que me dice: Ay, no… ¿A qué hora me tendría que levantar entonces para que le dé tiempo a mi hijo comer antes de la escuela? Entonces guardo silencio, sé muy bien que yo soy la loca por pensar que es mejor levantarse media hora más temprano a que tu hijo se desmaye en la escuela.

     Hace días comencé a leer un relato, me recordó a un cuento de Kafka, llamado la Metamorfosis, donde el protagonista se convierte en un insecto... pensé en el cuento por la puerta de madera y las voces lejanas de los padres, me recordó como el autor relataba cómo se sentía Gregorio Samsa (protagonista) al no salir de la habitación, y escuchaba las voces lejanas... Parece exagerado decir que solo con la puerta de madera y las voces lejanas pensé en el libro de Kafka pero es un libro que conozco muy bien ya que lo he leído en español y lo he escuchado y transcrito en inglés como ejercicio de listening. Luego leí la palabra “hermana” y la palabra violín y no pude creerlo. Gregorio Samsa tenía una hermana que tocaba el violín de forma conmovedora y también la escuchaba desde su habitación. Demasiada casualidad. Seguí leyendo y eran demasiadas las coincidencias, y la más descarada fue la frase final: “La mañana siguiente, Gregorio Samsa despertó convertido en un monstruoso insecto”. Quien ha leído “La Metamorfosis” sabe que este es el inicio del cuento.

     La persona había resumido el cuento de Kafka (Obvio sino no sería micro-relato) y lo presentó sin hacer siquiera mención del autor original. No podía creer como podían copiar un cuento tan conocido como ese pero en vista de que recibió la aprobación por el concurso en el que participaba, expuse la observación al creador del concurso, olvidándome de que yo estoy loca. Un mensaje recibí esta mañana, en donde se me decía que eso no era un plagio porque las frases no son del relato son originales aunque se haya basado en él.

      Tal vez debería escribir un cuento que se llame “La escuela Mágica”, el protagonista se llamara Harry Potter y tendrán amigos llamados Ron y Hermine, existirá un señor tenebroso llamado Lord Voldemort. Algunas cosas las contare a mi manera, en vez de poner: “Miró” colocaré “vio”, donde diga “pararse” pongo “levantarse”. Y listo. No me pueden acusar de plagio, es simplemente una historia que me salió muy similar a la de JK Rowling. Por otro lado debería dejar de darle desayuno a mi hijo y así duermo un rato más, hasta podría dejar de alimentarlo por completo... también podría pedir un tiempo en el lunes cívico para contar mi historia completamente INÉDITA de Harry Potter y su escuela mágica, de esta forma, habrá más oportunidad de que otros niños se desmayen. ¡Tantos libros buenos que he leído! Mucho material...Solo buscó un resumen de libro en wikipedia y listo tendré muchas publicaciones para Steemit, mientras no me salga el Cheetah no es plagio. Venderé billetes en efectivo y cobraré también por trabajos que no hago, y así poco a poco me iré sumergiendo en este mundo desconocido hasta que de pronto pueda ser uno de ellos y pueda entenderlos porque ahora hablamos un mismo idioma. Me toca aprender a ser indiferente ante un niño que se desmaya ante mi ojos. Paso a paso todo se puede.