Ese día yo protestaba en Cabudare, bombas iban y venían en mi conjunto residencial.
De cara tapada pero con la valentía descubierta.
Ese día guerreamos igual que todos los días contra la Guardia Nacional, entre bombas molotov, fuegos artificiales y piedras para defendernos de las balas (Nótese aquí la ventaja de un bando).
Siempre contaba cuantos amigos habían salido conmigo del conjunto residencial y cuantos íbamos de regreso, siendo el peor de los casos que agarraran a uno o dos presos. El saldo “normal” de afectados por perdigones eran unos 3 más o menos.

Siempre me comunicaba en las noches con mis primos y amigos en Caracas que era donde la cosa estaba mas tensa por ser la capital.
Esa noche llame a mi amigo Pedro pero no me contestó, pensé que estaba dormido y no insistí.
Las redes sociales eran un periódico amarillista andante donde noticias falsas y verdaderas estaban a la orden del día. Videos y fotos de chicos sin vida y de cómo los mataba la honorable guardia nacional.
Uno de esos videos me atrapó porque una tanqueta le había pasado por encima a un chico sin la mas mínima piedad.

Fuente

Me impresioné terriblemente y me llene de rabia, cuando ví el nombre del “fallecido” y era mi amigo Pedro.
Me quedé en shock y al rato llame llorando a mi primo para que me dijera que diablos estaba pasando.
Pedro seguía vivo pero muy mal herido. Le habían roto las costillas y perforado un pulmón y tuvieron que drenarlo.
Su familia no podía pagar lo que la clínica estaba pidiendo por el tratamiento y las operaciones y nos pusimos en marcha para recolectar dinero.

Como a Dios nadie le falta, llegó un alma caritativa y pagó por TODO lo que tenia que ver con la clínica.
Pedro no quedó del todo bien, además de lo físico quedan las cicatrices psicológicas.
Cuando se supo que salió del peligro era considerado un héroe de la resistencia, título que el nunca pidió, pero la gente fue la que se lo colocó.

Al salir su fotografía y nombre en redes sociales, las escorias de inteligencia del país lo comenzaron a acosar y amenazar a tal punto que Pedro no volvió a pisar las calles con la resistencia y después de un tiempo se tuvo que ir del país por la persecución que le tenían.
En la actualidad esta bien, trabajando en otro país y respirando paz.
Quise hacerle este homenaje a él y a todos los que quedaron mal heridos por esas protestas.
Balas en el cuerpo, sin un ojo, paralíticos, en estado vegetal, y pare de contar.
Obviamente también hay que rendir oración por las almas de los caídos en las protestas, y no solo las del 2017, si no también las del 2014 y años anteriores.

HONOR A QUIEN HONOR MERECE.

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