De acuerdo con mis humildes y limitados conocimientos, se puede inferir que en base a dos de las virtudes teologales (Fe y Esperanza), se pueden desarrollar y mejorar continua y satisfactoriamente todas nuestras Habilidades; para crecer progresivamente, tanto personal como profesional, social, material, mental, física, afectiva y espiritualmente.

De igual manera, debo indicar que es imprescindible la sinergia de la Fe y la Esperanza con la Calidad Humana, la Inteligencia, la Honestidad, la Caridad, la Educación y las buenas actitudes y costumbres, en función de la Mejora Continua Personal, con Honor y Ética.

De hecho, lo anterior es un ineludible requisito para satisfacer e interrelacionar nuestras variadas necesidades, especialmente en los ámbitos fisiológicos, hedónicos, lúdicos, corporales, culturales, personales, comunicacionales, emocionales, familiares, sociales, económicos, mentales, profesionales, espirituales, materiales y existenciales, entre otros.

Es decir, considero que todos deberíamos fundamentar nuestras creencias, esperanzas, pensamientos, palabras y acciones en función de la Fe y en la existencia y ayuda milagrosa de Dios; lo cual se evidenciaría en el seguimiento de los principios Humanistas, de Justicia, Equidad y Amor que Dios nos provee y exige; en correspondencia con las leyes, mandamientos, normas, principios y valores de comportamiento social, individual, profesional y actitudinal, que son esenciales para alcanzar una mejor Calidad de Vida personal, familiar y en sociedad.

Mejora Continua Personal

En base a una definición de criterio propio para la Mejora Continua Personal, puedo inferir que la misma consiste en algún tipo de gestión individual y sistematizada, enfocada en procesos perfectibles; para la generación, ejecución, transmisión/recepción y control de óptimos pensamientos, sensaciones, ideas, comunicaciones, relaciones, acciones/actividades, aprendizajes, labores y servicios, para nosotros mismos y hacia nuestros semejantes; en base a una excelente actitud global y orientada en la Perfectible Calidad y en la satisfacción general.

En términos Filosóficos, la aplicabilidad de la Mejora Continua Personal, se podría entender como un factor natural que obligaría a reducir el consumo innecesario de nuestros recursos, y por ende a la disminución de nuestros problemas, preocupaciones, fallas, estrés, errores, descontroles, vicios, iras, desviaciones, fatigas, conflictos, disociaciones, gastos, apatías, desperdicios, mediocridades, mezquindades, envidias, egoísmos, riesgos, peligros, ineficiencias, ignorancias, mentiras, justificaciones, tabúes, fanatismos y daños a nosotros mismos y a terceros, entre otros.

Por lo tanto, al aplicar correctamente la Mejora Continua Personal se podría aumentar progresivamente nuestra productividad, eficiencia y por consiguiente incrementar los múltiples beneficios y satisfacciones asociados con su práctica.

Todo lo anterior está centrado en el hecho que la Mejora Continua Personal nos permitiría orientarnos en la planificación, prevención, aprendizaje, retroalimentación y optimización en todos los sentidos y aspectos; fundamentado en la mejora consciente de la Calidad de nuestros pensamientos, sensaciones, comunicaciones, planificaciones, gestiones, acciones y controles necesarios; lo cual propiciaría un círculo virtuoso de reducción paulatina de todos nuestros problemas desde la raiz, con incremento de nuestros éxitos y satisfacciones, y mejora automática de nuestra Calidad de Vida.

Además de ser importante la Mejora Continua Personal para nosotros mismos y para nuestra familia y sociedad; trasciende su relevancia al poder ofrecerle al País nuestro mayor y mejor esfuerzo de Perfectible Calidad y Mejora Continua con compromiso, disciplina, honestidad, paciencia, innovación, proactividad, emprendimiento, unidad y éxito garantizados.

Mejora Continua de Nuestras Habilidades en Base a la Fe

Idealmente, se puede considerar que para mejorar de forma continua nuestras Habilidades en base a la Fe, se requiere un permanente estudio racional, con mucha autocrítica sincera y competente, y acorde autoestisma, para la adecuada retroalimentación, correciones debidas y práctica disciplinada, en función de:

.- Ser honesto, perseverante, analítico, creativo, paciente, intuitivo, racional, disciplinado, objetivo, proactivo, responsable, innovador, eficiente, comprometido, animoso, persistente y con fortaleza mental para seguir adelante a pesar de los fracasos, entre otros buenos aspectos.

.- Investigar, descubrir, analizar, seguir y practicar adecuadamente, las idoneas técnicas, instrumentos, innovaciones, metodologías, herramientas, equipos y escenarios, con mucha Fe y autoestima para mejorar continuamente.

.- Aprender de las mejores ideas y prácticas aplicadas por otras personas, especialmente de los más brillantes, honestos y exitosos; sin envidiar ni sentirse menos que ellos.

Recomendaciones Finales

.- Debemos seguir nuestros Sueños con mucha autoestima, inteligencia, disciplina, responsabilidad, motivación, perseveracia, confianza, honestidad, paciencia, vocación, pasión, estudio, trabajo y Fe.

.- Mientras más aparentemente imposibles sean las posibilidades de alcanzar nuestros objetivos y metas, es porque necesitamos un mayor esfuerzo, confianza y acto de Fe para lograrlo.

.- No debemos quedarnos esperando a "ver para creer", más bien con mucha Fe y confianza debemos creer y actuar inteligente y tenazmente para poder ver los resultados esperados.

.- Es importante aprender de nuestros fracasos y usarlos como excelente material de retroaimentación para corregir todo lo necesario; y así tener la debida experiencia, imprescindible para alcanzar el éxito, mejorando continuamente y con mucha Fe y esperanza.

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