¡Haz bien y no mires a quien! ¡Depende?

En una considerable cantidad de mis post, he procurado escribir y con ello hacer referencia sobre los valores humanos, destacando lo mejor del ser humano, la persona y el ciudadano no solo de mi país, sino de muchos países que conforman la "Bolita del Mundo". Ciertamente, el cultivo de los valores inherentes a la razón de ser y hacer, de personas como usted, como tú y yo, es algo que se debe destacar siempre, en procura de educar y concientizar con relación a las virtudes propias de cada quien y cada cual. Pero, a veces, aunque es bueno y positivo hacer el bien sin mirar a quien, pues...me parece que eso depende. ¡Si deseas saber más sobre el tema que abordaré en este post, te invito a leerlo hasta el final¡Bienvenido(a)!

¡Hola, hola, amigo, amiga steemaniacs, como en anteriores oportunidades, en esta ocasión me complace hacerme llegar a usted o ustedes, según sea el caso, con el propósito certero de expresar una vez más mi forma de pensar, sobre temas de mi interés y que seguramente, usted compartirá conmigo, criterios y opiniones o quizá, difiera, siendo totalmente válido, porque no existen verdades absolutas sino relativas, y todo depende del cristal con que se miren las personas, animales, situaciones, objetos y cosas que fluyen a nuestro alrededor. En la ocasión que se presenta, me voy a centrar en un tema que se relaciona con los valores humanos, y en específico, con la acción de hacer el bien, sin mirar a quien. ¿Será que se puede?

¡Auto-reconocimiento y auto-evaluación!

A veces o la mayoría de las veces, es necesario situarse delante de un espejo real o imaginario (en mi caso, lo prefiero imaginario, y como una terapia) donde uno se pueda ver en su justa dimensión de pies a cabeza e incluso, también, verse por dentro, en sentido figurado. Vernos en ese espejo, nos permite entender y comprender a veces o muchas veces, quiénes somos y qué queremos, en el contexto de la vida, los hechos y las circunstancias que nos ha correspondido vivir. Verme en ese espejo real o imaginario, es parte de un ejercicio mental que aprendí estando en un grupo de teatro...y la verdad, es que como terapia me ha servido de mucho, en infinidad de oportunidades. ¡Es como verme, en el otro o la otra!

Pues bien, al verme pleno en ese espejo real o imaginario -repito, que lo prefiero imaginario- debo ser capaz de reconocer quién soy y cómo soy, con mis virtudes y defectos, mis aciertos y desaciertos, mis aspectos positivos y negativos...y al darme cuenta de mis capacidades y limitaciones, seguramente pensaré y actuaré de mejor manera, ante las situaciones diarias que vivo a plenitud, para bien o por mal.

Fuente

Ya lo he expresado en varias ocasiones, no soy un santo, ni me estoy postulando al Santoral Católico, Apostólico y Romano, y aunque por lo general, tengo tendencia a hablar sobre los valores, debe entenderse que soy un ser humano, y por ende imperfecto. De allí que, constantemente incurra en contradicciones y errores, que me permiten auto-evaluarme constantemente.