Adiós Lulu. . .

La rutina en la oficina era insoportable.
Como odiaba ese trabajo.
Pero estaba ciego.
Pensaba que allí lograría obtener lo que me hacia falta.
Trabajar como un esclavo en la administración publica.
En esa época se ganaba bien.
A pesar de que yo no estaba en lomas alto del escalafón (aun.).
Ganaba tres veces mas que en cualquier otro empleo.
Quizás esas eran las razones que me impedian irme.
Desaparecer y no volver.
Mandarlos a todos a la mierda.
Siempre soñaba con eso.
Levantarme temprano y pasar mas de ocho horas con gente que detestaba.
Soportar las amarguras de Lulu Fonseca.
Aguantar la ineficiencia de los demás.
Estaba ciego.
El sistema me había atrapado.
Era otra de sus victimas.
El futuro era envejecer en ese lugar
Desperdiciar los mejores años de mi vida.
Entregarle mis energías a un país de mierda.
Si. Así como lo leen.
No ando con esas estupideces diciendo que este pedazo de tierra es lo mejor.
¡Para nada! ¡no sean hipócritas!
Esto es un pedazo de tierra olvidado por Dios.
Ya me veía jubilado haciendo cola para cobrar una limosna.
Ese era el premio gordo de la lotería que me esperaba.
Para eso te educan.
¡Wow que emocion!
Había ido subiendo de cargos.
Ya habia logrado el tan ansiado nombramiento.
Eso fue tema de varias semanas.
para los viejos era una amenaza que dieran nuevos nombramientos.
Otro mas con quien repartir los servicios autónomos cobrados a los usuarios.
-Felicidades Jotace- decían falsamente.
¡Mentirosos!
Poco a poco fui aprendiendo lo básico del derecho civil.
No era abogado y no quería estudiar eso tampoco.
era algo que odiaba con toda mi alma.
Peor había que aprenderlo para poder avanzar.
La mayoría de los que tienen mas experiencia y ganaban mas no eran abogados.
Pero ejercen las funciones de los abogados en asuntos de documentos civiles.
Y lo hacían mejor que los pocos abogados nombrados por el ministerio.
Los años fueron pasando.
La experiencia y conocimientos los fui asimilando.
-Vamos Jotace, tu puedes soportar otro dia mas- era lo que siempre me decía.
Paralelo a esto la situación del país estaba cambiando.
Una gran amenazaba estaba avanzando sobre este pedazo de tierra.
¡Winter is coming!
los tiempos oscuros estaban en camino.
El reloj del tiempo y la historia había comenzado su cuenta regresiva.
Una elecciones estaban en camino.
Hasta me sume a una de las corrientes como voluntario.
Intente convencer a la gente que el camino rojo no era el correcto.
Los políticos que apoye tampoco fueron muy listos.
Subestimaron al enemigo y pensaron que ganarían mostrando un videito.
Territorio de lo posible. . . ¡No me jodas!
La derrota se respiraba.
Los resentidos eran mayoría
Era apenas el principio del fin.
No imaginaba todo lo que venia .
Eramos felices y no lo sabíamos.
La que si lo averiguo rápido fue Lulu Fonseca.
Su reinado en la jefatura termino y enviaron un nuevo jefe.
La historia se volvió a repetir. ¿Recuerdan a Gumersindo?
Pues lo mismo le paso a Lulu. Dejaron de reírse de sus chistes.
Los jalamecates se olvidaron de ella.
Ya no querían Strogonoff con ensalada cesar.
El nuevo jefe era el Doctorisimo Castillo Lara.
Una eminencia del derecho que hasta programa de televisión tenia.
Las ratas comenzaron su juego.
Las mismas que le jalaban a Lulu ahora se reían de los chiste de Castillo Lara.
-Que falsedad-era lo que yo pensaba.
Este nuevo jefe llego desmantelando todo.
Alli fue que descubri que Lulu Fonseca era tremenda bruja.
Una Auyama grande con cortes en forma de cruz y nuestros nombres fueron encontrados bajo el escritorio.
En el baño bolsas con limones picados en forma de cruz y restos de tabaco.
Eso fue el cotilleo por varias semanas.
-La doctora era bruja.
-Con razon-decian otros-nos tenia pisados.
¡Falsos! haciéndose los sorprendidos ante el nuevo dueño del circo.
Yo seguía enfocado en lo mio.
Aprender e ir ascendiendo.
Asi que rapidamente me dije:
Adiós Lulu. . .¡ Hola Castillo Lara!