Maravilloso post. De verdad que hay tanto que comentar aquí, tantas cosas sobre las cuales reflexionar.
Las preguntas planteadas ayudan al lector casual, que pudiera sentirse ajeno a lo artístico a descubrir su lado sensible, estético. Creo que ahí radica el meollo del asunto. La apreciación artística pasa por la auto evaluación y la honestidad individual, la empatía por el prójimo y lo que te rodea, y cierta paz interna, balance o equilibrio.
Muchas personas se alejan de lo artístico por considerarlo un signo de debilidad (una mariquera, como dirían), pero no pueden deshacerse de su capacidad de asombro o fascinación ante la belleza o lo sublime.
En cuanto al arte así concebido, generado y ofrecido a una audiencia, creo que como sucede con la literatura, una vez que esta afuera deja de ser controlado por el artista (llámese una pintura y o escultura).
En la literatura, las interpretaciones, adaptaciones y diferentes usos que hace el lector del texto escrito de alguna forma se fusionan con la obra original y pudieran generar experiencias estéticas similares, mejores o peores.
Entiendo la aprehensión de aquellos que rechazan ciertas formas plásticas o movimientos subversivos con propuestas perturbadoras porque queremos pensar que el arte es bellos, sutil, nos hace sentir bien, etc. Pero una fotografía de un niño muerto después de un ataque suicida pudiera generar toda una ráfaga de emociones que una vez superas nos aproximan a las complejidades humanas. El arte no existe en un vacío, en una esfera aislante que nos protege de la fealdad. El arte debe conectarnos con lo bello y lo feo y hacer que reaccionemos, que veamos esos aspectos de modos diferentes, ese estrangement del que hablaban los formalistas. Es ver algo común como que fuera la primera vez.
Por algo hablamos del arte de enamorarse.