¿Alguna vez viste "Bonanza"?, pues esa fue mi serie favorita cuando era un niño, solía verla junto a mi padre todos los días antes de irme a entrenar kung fu, era transmitida a las 4 de la tarde, pasaba toda esa hora concentrado viendo la tv y relacionando aquellos paisajes que se podían ver en la serie con lo que me rodeaba para aquel entonces e imaginar que me encontraba en situaciones fuera de lo común, similares a algunos capítulos de Bonanza.

De allí nació mi "pequeña Bonanza", mi abuela vivía alejada de la ciudad, en una casa rural ubicada en la Grita, estado Tachira (Venezuela), para aquel entonces, solía pasar mis vacaciones y algunos fines de semanas junto a ella. Me gustaba jugar con algunos niños vecinos, imaginaba que eramos parte de los personajes de la serie y pasábamos horas juntos jugando, incluso cuando estaba solo, me creaba escenarios y corría por todos lados.

No era un lugar gigante, era muy sencillo, lleno de paz, pase allí mis mejores momentos de la infancia, siempre he sido muy consentido por las mujeres de mi familia y en especial de mi abuela, quien siempre amo inmensamente a su niño, recuerdo con mucho amor aquellas arepas con huevo frito que me preparaba cuando mis tías hacían de almuerzo sopa (no me gustaba cuando era un niño) o simplemente cuando tenia hambre.

La observaba mientras se ponía a quitar la mala hierba de las plantas que tenia detrás de la casa arriesgándose a caer y darse un golpe, era como si tuviera 30 años, el como atendía a la gente que llegaba a visitar y nos los dejaba marcharse sin darles algo de comer antes. Fue una persona importante para mi...¿Como no serlo?, ella me dio a mi pequeña Bonanza y a su vez me hizo tener los mejores recuerdos en ella.

Fueron pasando los años y cada vez iba creciendo mas y a su vez perdiendo el interés de mi pequeña bonanza... Ya no me sentía tan entretenido y feliz como solía estarlo cuando era un niño, solo me aburría y esperaba a que los días allí pasaran rápido para volver a casa. Mi abuela, seguía siendo un roble, tan linda y cariñosa con todos como siempre, Nunca olvidare que cada vez que me veía, decía: "¡Mi niñoo!, ¿no te molesta que te diga así?, para mi siempre va a ser mi niño aunque este grandote" y mi respuesta siempre fue la misma: "No nona, no me molesta", junto a un abrazo.

De esta forma, mi pequeña bonanza fue perdiéndose, convirtiéndose solo en recuerdos que me llenan de nostalgia, pero sin duda alguna también aporto a la persona que soy hoy en día. Los años han pasado rápido...

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