Flotaba la esfera a 10 centímetros del suelo. Cerca de ella el cuerpo inerte de un joven yacía en el suelo.

Hermosa flotaba la esfera con sus nuevos satélites y el arco iris producido por los rayos del sol, que se colaban por la ventana, refractados en el rocío que la rodeaba.

La esfera giraba al ritmo de su campo gravitatorio, atrayendo poco a poco las partículas de polvo suspendidas en el aire a su proximidad y aumentando su masa de forma casi imperceptible. Entre todos los desechos que la conformaban, había un poco de la esencia de todos los rincones del mundo. Cada residuo añadía una nueva memoria, ayudando en la configuración de los continentes y a la disposición de la vida.

Flotaba la esfera y crecía y rotaba a su ritmo.

Una fuerte inspiración rompió con el silencio del apartamento. El cuerpo frente a la esfera se movía.

El joven levantó la cabeza de golpe. Tomó aire a grandes bocanadas, como alguien que no había respirado por su cuenta en 7 años.

Consiguió sentarse y miró alrededor--ignorando, de momento, la esfera. El lugar no le era familiar. Sus recuerdos eran borrosos. Luego, se dio cuenta de algo increíble. El idioma en sus pensamientos, su voz interna estaba en español. Poco a poco, su memoria fue regresando. Veía personas, lugares, sentía el clima y otras cosas, pero todo lo que escuchaba--lo que mayormente escuchaba hablar a estas personas--era inglés. Incluso se veía en sus recuerdos hablando inglés.

Su trance fue interrumpido por el reflejo de la luz en el rocío que ahora incidía de tal forma que llegaba hasta sus ojos. Vio la esfera por primera vez. Algo como nunca antes había visto en su vida.

Estiró una mano hacia ella. Pero se detuvo. Miro su mano. No se parecía en nada a las manos que vio como suyas en los recuerdos.

Despavorido buscó un espejo. Encontró detrás de la puerta más cercana. Desde el umbral, la sala se reflejaba y en una esquina flotaba la esfera. Sin palabras miraba su reflejo. Éste no era su cuerpo. Se tocó el rostro. Pronunció una maldición y rió por un momento al escuchar su voz y la sonoridad del español para las groserías.

-¡Qué mierda pasa?-

En el fondo, mientras todavía estaba frente al espejo, dio con el reflejo de la esfera que flotaba y rotaba lentamente sobre una caja de zapatos.

Se sintió atraído por la imagen. Caminó despacio hacia ella. Hipnotizado. Por un momento, se olvidó de su cuerpo, del apartamento, de todo lo demás. Estiró la mano nuevamente para tocar la esfera. Sentía que la misma lo llamaba. A escasos centímetros, lo interrumpieron unos golpes. Alguien llamaba a la puerta...

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No sé si puedo retar luego de perder, pero si es el caso vamos a pasar el testigo de continuar esta parte o el relato original a @rjguerra y a @sandracabrera. Para que se diviertan o tenga un rato difícil. Ya depende de ellos.