Uso de cannabis como vehiculo espiritual

Es cierto que en la actualidad se está aceptando cada vez más el hecho de que la planta de marihuana posee propiedades medicinales y terapéuticas, son varias las personas que han comenzado a consumirla y los estudios de su eficiencia están comprobados. Sin embargo hay algo fundamental que se está dejando de lado y son todas aquellas cuestiones que tienen que ver con el uso de esta planta como herramienta de conciencia y de sanación espiritual.

La planta de cannabis ha sido considerada como una planta sagrada y mágica desde hace miles de años en varias culturas ancestrales del mundo. Esta planta, originaria de Asia se utilizaba allí por la cultura Hindú para agilizar la mente, prolongar la vida, inducir los sueños y mantener vivo el deseo sexual; en muchos de los textos sagrados de esta cultura se pone en manifiesto como a través del consumo del cannabis se pierde el miedo y se alcanza la inspiración, además de ser muy importante para el camino propio de la iluminación.

En la cultura Hindú se describe a el dios Shiva en la colección de libros sagrados Vedas, como el señor del “Bhang”, que es una bebida tradicional creada con marihuana, leche, azúcar y especias. El uso religioso de esta bebida se da principalmente durante los actos sexuales del Yoga Religioso Tantrico. Antes de cada sesión se consume el Bhang y se recita un mantra para la diosa Kali (madre universal) con el fin de intensificar la experiencia, en donde se pretende lograr una conexión plena de mente cuerpo y espíritu.

En China, por ejemplo, la marihuana era una planta muy importante para los antiguos chamanes. Los tibetanos, los celtas, los egipcios o los mediterráneos son culturas que usaron tradicionalmente esta planta tanto para fines terapéuticos como místicos, creían en el uso del cannabis como vehículo espiritual.

El movimiento Rastafari también adoptó la planta para sus rituales religiosos, considerándola como la hierba sagrada que permite la elevacion del alma. Actualmente utilizan la marihuana como sacramento religioso, y creen firmemente que les permite acercarse a Jah (Dios) ofreciendo al mismo tiempo una visión crítica necesaria para permanecer libre frente a las condiciones de la sociedad occidental que ellos denominan Babylon.

Las tribus norte americanas, principalmente en México, como los Indios de la región de Hidalgo, de Puebla y de Veracruz utilizan una planta que llaman Rosa María o Santa Rosa (identificada como Marihuana) y que consideran como un medio para comunicarse con la Virgen pero también como una parte del corazón de Dios. Las ceremonias se centran sobre elementos cristianos pero consideran la planta de marihuana como una divinidad viva en la tierra.

Hoy en día se han perdido muchos de los verdaderos sentidos y valores de la planta, pareciera que actualmente la mayoría de los consumidores lo hace de una manera más alejada, solo por recreación, diversión o relajación, además de los usos medicinales, pero se olvidan del poder que otorga esta planta con respecto a una conexión mas divina y profunda con el ser interior y con la energía universal.

Algunos chamanes creen que el consumo errado de la planta ocasiona un maltrato al espíritu de la misma haciéndolo desaparecer o volviéndolo en nuestra contra. Para muchas culturales ancestrales hoy en día la planta de marihuana es sagrada, incluso a niveles más elevados que otras, porque permite curar no solo el cuerpo físico sino también el espiritual; siempre y cuando se respete su esencia.

Claramente el contexto ha cambiado muchísimo, hace miles de años se tenían otros conocimientos respecto al poder curativo de las plantas; con la perdida y demonización de todos esos conocimientos se dejaron olvidadas miles de plantas sanadoras del alma como lo es la planta de marihuana.

La prohibición de dichos saberes ancestrales no fue inocente, todo fue pensado y modificado para alejar al ser humano de su esencia natural y de su conexión con lo sagrado y con el cosmos. Desvinculando al ser de esos saberes lograron mantener a la comunidad cegada durante miles de años, suplantando el gran poder de las plantas naturales por el poder artificial que crean las grandes empresas de medicamentos que son las que realmente perjudican nuestro cuerpo físico y espiritual.