Te invito un café

Saludos a toda la comunidad Steemit.
Hoy les traigo un nuevo artículo para hablarles un poco sobre una de más fuertes adicciones como lo es la segunda bebida más tomada en el mundo, es decir: El café.

¿No les ha pasado que se consiguen con alguien conocido en la calle y se detienen a saludarse y tratan de actualizarse un poco en la vida actual de cada uno pero como el tiempo es muy corto siempre terminan la conversación diciendo: vamos a vernos un día de estos y nos tomamos un café? Si, a mi también me ha pasado muchísimas veces, el detalle es que, por lo general, ese día nunca llega. En fin, el hecho es que definitivamente el café siempre ha formado parte esencial de nuestras vidas y simplemente no podemos vivir sin él, o al menos gran parte de la población mundial es así, también existe una escasa minoría que no toma café o lo toma ocasionalmente. Si tú estás del lado de los cafeinadictos entonces te interesará seguir leyendo este artículo.

EL CAFÉ NO TIENE HORARIO NI FECHA EN EL CALENDARIO

Lo más común es tomar café a primera hora de la mañana, a penas nos despertamos, ya que tenemos la firme convicción de que el café nos va a quitar el sueño y nos llena de energía. Bajo esa misma premisa yo les puedo garantizar que vivo llena de energía por lo menos toda la mañana que es el horario en el que puedo tomarme todo el café que aparezca en mi camino, eso sí, ya después del medio día es difícil que tomé más café, quizás una pequeña taza al final de la tarde pero ya no más. Esto no quiere decir que si por alguna razón se da la oportunidad de compartir con alguien un buen café está claro que no voy a desaprovechar la oportunidad. Por contarles un ejemplo, tengo una amiga que, al igual que yo es fanática del café, y cada cierto tiempo nos ponemos de acuerdo para vernos y “chismear” un rato y por supuesto, por alguna razón u otra siempre terminamos tomando café, eso es maravilloso, lo que no es tan bueno, para mí, es el horario que casi siempre es a media tarde y como les dije no dejo de tomar café pero sólo un poco y ya, ella por el contrario si es feliz tomando café a cualquier hora del día, incluso en la noche. Tengo otro amigo, que, por la naturaleza de su trabajo, es 100% noctámbulo, y toma café hasta en la madrugada. En el caso de mis padres ellos toman un café sólo dos veces al día, en la mañana y al final de la tarde, fuera de ese horario difícilmente quieran probar algún traguito de café. Tuve también un jefe que tomaba café sólo de lunes a viernes, los fines de semana ni por error se podría pensar verlo tomado una taza de café un sábado o un domingo, era prácticamente un insulto ofrecerle café alguno de esos días, el dice que los fines de semana son para ingerir licor no café, bueno cada loco con su tema.

NEGRITO, MARRON O CON LECHE

Para mí lo mejor que existe es el café negro, justo en ese punto donde no es ni “guayoyo”, que en Venezuela es el café más suave que hay, ni fuerte, que sería como un espresso, si no todo lo contrario. Claro también me gusta el café con leche, que eso también es otro tema, al menos en mi país hay distintos tipos de café con leche, está el “marron”, el “con leche” y el “tetero” el marrón es con un poquito más de café que de leche, el con leche es un equilibrio de café y leche y el tetero es muchísima más leche que café. Así que es muy típico que cuando llegas a cualquier lugar para tomarte un café siempre te van a preguntar: cómo lo quiere: negrito, marrón o con leche?

EL TAMAÑO SI IMPORTA

La taza en la cual solemos tomar café también es toda una experiencia religiosa. Si me preguntan a mi, les diré que mientras más grande mejor, si, si, si. En cambio mi papá, si le sirves café en una taza grande se molesta tanto que no se toma el café y agarra una calentura chima de las buenas, así que la taza de él siempre es la más pequeña de la casa, mi mamá tan indiferente ella como siempre, le da igual en que taza le sirvan lo importante es tomar café, mis hermanos son el punto medio, ni tan grande ni tan chiquito, ajá si, a ellos una taza de café muy grande como la mía les quita las ganas de tomar café y una muy chiquita los deja con las ganas. Dicho todo esto podemos asegurar que, al menos cuando se trata de una taza de café, el tamaño si importa.

DIGAME DONDE LO PREPARA Y LE DIGO COMO SABE

Yo recuerdo que cuando yo era muy pequeña siempre veía a mi abuelita hacer el café en una ollita y luego lo colaba, la mayoría de las veces en un colador, porque cuando no tenía el colador buscaba cualquier pedazo de tela que se le cruzará por el caminó para colar su café. Pero los tiempos cambian y la tecnología avanza, ya estando un poco más grande aprendí con mi mamá a preparar café en la cafetera convencionales.
El tiempo siguió pasando y fueron llegando al mercado las cafeteras eléctricas que facilitaban un poco más el proceso de elaboración.
Y finalmente ya existen actualmente cafeteras mucho más sostificadas que casi que ellas mismas preparan todo el café y te lo sirven además.
También están las máquinas de café que vemos comúnmente en las panaderías y otros lugares donde venden café, que la verdad, yo no sé que es lo que tienen esas benditas máquinas que el café queda con un sabor tan único y tan sabroso que, a mí en lo particular me encanta, es algo que no me explico pero un café hecho en esa máquina jamás sabrá igual que cualquier otro café
Cabe destacar que el sabor del café va a variar según la forma en que lo prepares, y al probarlo siempre se va a saber cómo lo prepararon, aunque les confieso que yo me quedo con el método de mi abuelita, para mí no existe nada mejor que un café recién colado, valga la redundancia, en un colador.

ASI SE ENDULZA EL CAFÉ

Cada vez que escucho esa frase se me viene a la memoria mi bella abuelita Maria Rosa, que siempre la escuchaba discutir con mi mamá porque ella solia echar el azúcar directamente en el agua que iba a utilizar el café, así que todos tomábamos el café al gusto de ella no de cada quien, mi madre por el contrario endulza el café después de colarlo, así que igual sigue la dictadura, tomaremos café a su gusto, y aunque finalmente el resultado era el mismo, ellas igual siempre tenían ese disputa de cuando echarle azúcar al café. Hay quienes son más democráticos y te sirven el café sin azúcar para que uno lo endulce a su gusto, sin embargo hay quienes también hacen el café sin azúcar para ellos mismo le echan el azúcar en la taza y no lo revuelven la dejan asi, que se diluya en el fondo del mar, y después de uno haberse tomado el café casi que puro, cuando terminas te das cuenta que toda el azúcar que anhelaste durante todo el tiempo que duraste tomando café estaba en el fondo de la taza y uno quedó viendo el azúcar así como Jack veía a Rosse después del hundimiento del Titanic, y para colmo, en ese momento es cuando la persona te dice: “el azúcar está en el fondo”

CAFÉ PARA TODA OCASIÓN

Los que comparte el gusto por el café, al igual que yo, van a estar de acuerdo en que para tomarnos un cafecito siempre existirá una excusa. Tomamos café en la mañana para despertarnos y desayunar, tomamos café cuando estamos en el trabajo, tomamos café cuando nos reunimos con amistades o algún conocido, tomamos café después del almuerzo porque es un buen digestivo, tomamos café cuando estamos escribiendo porque nos ayuda a tener mejores ideas, tomamos café cuando nos trasnochamos por alguna razón, que no sea rumbear, y desconozco la razón pero también se acostumbra a tomar café en los velorios. Yo particularmente escribo este articulo tomando café y escuchando buena música y aquí les dejo la prueba de ello:

Bueno querido Streemian, espero les haya gustado este artículo que más que información científica o de investigación o historia es algo simplemente cotidiano y de experiencias vivida, fue algo que se me ocurrió de repente y simplemente lo escribí para ustedes, gracias a todos los que dedicaron su tiempo para leerlo.

Atte.

Beatriche