Lo  que aguardaba dolorosamente el calor.

Sin apreciar lo que tenía,
Al sonido del violín y órgano,
E incluso asistir a la iglesia
Solo para estar contigo, mi Irene
Nos extraña que la decisión de Cristo.

Mi voz ronca de tenor a barítono.
El cuerpo que huele a olor a sol es una pintura nueva y óxido viejo.
"¡Robame!"... "¡Robo!".
No me hagas daño
Los agujeros en los árboles y los agujeros en los campos se agitan.

Pero mientras el corazón en las alturas está llamando,
Soar alma en el cielo
Difícilmente podría haber sonado solo.
Estaba sorprendida de que de repente alguien pudiera concebir.
Por la sangre de infantes y niños.

Deliberadamente, sin esperar pequeños cambios.
Demostrando que Dios es digno.
Bajo la canción popular de los hipopótamos.
Y los dientes desnudos del hielo.
Pero luchar por ello es nuestro impulso espiritual.

Que el Espíritu nos consuele
Eres extraterrestre dibujar no es una excusa para llorar
Cristo nos invitó a venir y aprender.
No perdería su sabiduría...
Traerá sobre sí mismo los cíclopes.

La fuerza de las alas en la esperanza y la fe.
Estoy sonando silenciosamente ríos de cristal
Ni agua temblando ni otoño invierno
En mi pasado, una inconsciencia.
Y la afinación del alma es de notas altas y limpias.

Carrera exactamente larga
Y se irá olvidando de Dios.
Y todavía buscamos las estrellas.
Y durante mucho tiempo no piensa que algo deba cambiar...
Que por el destino de alguien.