La novia de La Carretera Vieja

Cuenta la leyenda, que desde mediados del siglo XX, por allá, por los años 50, en la carretera vieja Caracas-La Guaira, aparece por las noches, la figura de una bella mujer vestida de novia, que le pide a los conductores que transitan por esa desolada vía, que la lleven.

La leyenda que se ha tejido en torno a éste espectro fantasmal que sale por las noches en la mencionada carretera, es que se trata de una joven de Caracas, llamada María José Cárdenas, que solía pasar sus fines de semana en las costas de las playas de La Guaira, donde un día conoció a un joven que vivía en la costa.
El amor nació de inmediato entre estos dos chicos, que durante la semana esperaban ansiosos, para poder verse los sábados frente al mar.
Con el correr del tiempo, decidieron casarse y como María José, era una chica huérfana, planificaron una ceremonia sencilla, con el mar como testigo de esa unión, pues fue en ese mismo lugar, donde se conocieron y enamoraron.
El día de la boda, vestida de novia, María José tomó un taxi que la llevara desde Caracas hasta La Guaira. Pero el destino que a veces, se pone en contra, a mitad del camino el taxi se descompuso, dejándola sin transporte.
Cuentan que María José, desesperada por llegar a su encuentro con su joven amado, comenzó a pedirles a los viajeros que la llevaran.
Por fin un conductor se detuvo y la invitó a subir. Para desgracia de la joven, el chófer estaba borracho, y en una de las curvas más peligrosas, perdió el control, cayendo al abismo, terminando su vida y la de la María José.
A partir de ese día –según cuentan los conductores- en las noches se puede ver a “La Novia de la Guaira” pidiendo a los carros que pasan, que la lleven hasta La Guaira, para casarse.
La lenguas dicen, que los conductores se detienen para llevarla, impresionados por su impactante belleza y que, durante la travesía, sienten un agradable olor a flores, hasta que al llegar a una peligrosa curva, la joven exclama:

-¡¡¡En esta curva me maté yo...!!! - y desaparece, haciendo que los conductores pierdan el control del volante, con finales fatales.

Pero la creencia popular, es que el fantasma de la novia sólo toma venganza de los conductores que manejan ebrios; mientras que salva, a los que manejan en pleno uso de sus cinco sentidos, dejando su ramillete de flores en el asiento del carro donde iba sentada.

Cuenta la leyenda que, al parecer, hoy en día y a pesar de que esa carretera es ya muy poco frecuentada, hay quienes aseguran haberse encontrado con el fantasma de María José Cárdenas, la Novia de la Guaira, quien sigue apareciendo en la vía donde perdió sus ilusiones de ser feliz con su gran amor, buscando la manera de poder llegar finalmente a la hora de su boda.