Y sopla  el  viento, e inhala por completo.

No peques el pecado en ti.
Al sonido del violín y órgano,
Una ventisca en ríos sombríos,
Ahora culpando, maldiciendo.

Otros lo dan a nuestros seres queridos
Pasando por la eternidad y los mundos.
En la naturaleza caminando,
Por traición y empujando en la espalda.

Así fue, antes de ti, a ti y después.
No percibe esta "democracia" que florece por encima.
Si llegas a los diecisiete pronto...
Nos convertimos en extraños.

Escribo y me callo,
Y desde debajo de la almohada se oye
Y creyendo ahora un espejismo.
Por el hecho de que ahora estoy en una reunión.

Tus toques, sonrisa, lengua.
En el pequeño pueblo de Zagórz.
En el borde, donde en la naturaleza, en los ríos.
Levantando ruinas de oro.

Cada vez introduciendo precios múltiples.
Y no enamorarte.
¿Por qué eres tan aterrador hermosa?
¿Última esperanza de alguna manera?

Solo para estar contigo, mi Irene
Y los mosquitos de sangre chupando.
Tratando de tocar las notas
Ceder al acantilado.