Los efectos curativos de una dieta vegetariana en tu cuerpo post-bebé

La dieta vegetariana de lactancia no varía mucho de la dieta vegetariana del embarazo. Las recomendaciones de proteínas son las mismas, las recomendaciones de vitamina B-12 son más altas, y las recomendaciones para el hierro y las calorías son más bajas que durante el embarazo. Pero la clave para garantizar una dieta vegetariana saludable también lo ayuda a recuperarse del estrés de dar a luz y cuidar de su recién nacido son grasas saludables.

Las grasas y aceites saludables desempeñan un papel activo en cada etapa de los procesos de curación, construcción y mantenimiento del cuerpo. De hecho, son tan importantes para el cuerpo de un individuo activo como aminoácidos, minerales y vitaminas. Las grasas y aceites saludables ayudan a convertir la luz y el sonido en impulsos nerviosos eléctricos, eliminan las sustancias potencialmente tóxicas de los tejidos sensibles y fortalecen las membranas celulares.

La clave está en equilibrar las grasas de una variedad de alimentos. Todos los alimentos que contienen grasa en la dieta contienen una combinación de ácidos grasos, los componentes químicos de la grasa. Aprender sobre la mezcla de ácidos grasos en su dieta lo ayudará a descubrir cómo elegir alimentos con las grasas buenas.
y evite aquellos alimentos que contienen las grasas malas.

Para grasas saludables, busque ácidos grasos monoinsaturados y poliinsaturados. Estos se pueden encontrar fácilmente en una variedad de verduras, aceites y nueces, como aguacates, almendras y aceite de oliva. Estos ayudan a su cuerpo a resistir el ataque de los radicales libres, que son tipos de átomos especialmente formados que pueden dañar las células de su cuerpo cuando reaccionan con el ADN o las membranas celulares, mejor que otras grasas y por lo tanto son menos propensas a adherirse a sus arterias.

Las grasas poliinsaturadas se encuentran en los alimentos como ácidos grasos omega-3 o omega-6. La clave para comer grasas saludables poliinsaturadas es mantener
el equilibrio correcto de los ácidos omega-3, que se encuentran abundantemente en el lino, las nueces y el aceite de canola, con ácidos omega-6, que se encuentran en los aceites vegetales como el maíz, el cártamo y el sésamo.
Qué alimentar a tu bebé vegetariano

Ni que decir tiene que la comida más temprana para cualquier bebé, incluido un bebé vegano, es la leche materna. Beneficia el sistema inmune de su bebé, ofrece protección contra infecciones y reduce el riesgo de alergias. Tenga especial cuidado de consumir suficiente vitamina B-12 durante la lactancia. Además, asegúrese de que su bebé reciba al menos 30 minutos de exposición a la luz solar por semana para estimular al cuerpo a producir cantidades adecuadas de vitamina D, ya que la leche humana contiene niveles muy bajos.

El contenido de hierro de la leche materna también es generalmente bajo, sin importar cuán buena sea la dieta de la madre. Sin embargo, el hierro que se encuentra en la leche materna es fácilmente absorbido por el bebé. El hierro en la leche materna es adecuado durante los primeros 4 a 6 meses o más. Después de la edad de seis meses, se recomiendan suplementos de hierro.

La leche de soya, la leche de arroz y las fórmulas caseras no deben usarse para reemplazar la leche materna o las fórmulas comerciales para bebés durante el primer año. Estos alimentos no contienen la proporción adecuada de proteínas, grasas y carbohidratos, ni tienen suficientes vitaminas y minerales para ser utilizados como parte importante de la dieta durante el primer año.

Mucha gente usa cereal de arroz infantil fortificado con hierro como el primer alimento. El cereal se puede mezclar con leche materna extraída o fórmula de soya por lo que la consistencia es bastante delgada. La fórmula o la alimentación con leche materna deben continuar como de costumbre. Comience con una alimentación diaria de cereal y trabaje hasta 2 comidas diarias o 1/3 a 1/2 taza. La avena, la cebada, el maíz y otros granos se pueden moler en una licuadora y luego cocinar hasta que estén suaves y lisos. Estos cereales se pueden introducir uno a la vez. Sin embargo, no contienen mucho hierro, por lo que los suplementos de hierro deben continuarse.

Cuando el bebé se acostumbra a los cereales, se pueden introducir frutas, jugos de frutas y vegetales. Las frutas y verduras deben estar bien machacadas o en puré. Puré de plátano o aguacate, compota de manzana y melocotones o peras enlatados en puré son buenas opciones.

Las verduras suaves como las papas, las zanahorias, los guisantes, las batatas y las judías verdes deben cocinarse bien y machacarse. Se pueden agregar alimentos con granos como pasta blanda y cocida o arroz, panes suaves, cereales secos y galletas cuando el bebé mejora al masticar.