En la noche de  la muerte del  padre celestial.

Corriendo hacia arriba
¡La enviaré al infierno!
Sin ti, en ella, no vives.
Solo quedarán un poco esos.

Y la esposa del general se escapó.
Vamos Estoy vivo Me duele
Ya veo: por encima de los tejados de las chozas,
En el corazón con una piedra es difícil vivir.

Y para no dar pasos, se les ocurrió una canción.
Mi salvador, una recompensa inesperada.
No retrocedas
Para mi será el regalo más grande.

Y aquí está bastante cerca de la guarida;
Y lo sacrificarán.
Noches cerca de pueblos...
Y horas de disfrute.

Te mostraré este único afecto
Los arroyos de aguas descongeladas caen sobre sus hombros,
En su verdugo ella encontró consuelo.
Lo que está en el corazón de un hombre.