Si nuestra alma está satisfecha en Cristo, se glorificará y regocijará en Cristo. Pero si Quitamos la mirada de Cristo, entonces ocurrirá lo contrario, no sentiremos desorientados, sin rumbo y perderemos el gozo que produce estar en sintonía con Dios.
Filipenses 3:1: “Por lo demás, hermanos míos, regocíjense en el Señor. A mí no me es molesto escribirles otra vez lo mismo, y para ustedes es motivo de seguridad”
(Juan 15:10-11) Si guardan mis mandamientos, permanecerán en mi amor, así como yo he guardado los mandamientos de mi Padre y permanezco en su amor. Estas cosas les he hablado, para que mi gozo esté en ustedes, y su gozo sea perfecto”.
Más claro imposible!!!
El gozo es la emoción de saber que al guardar las enseñanzas de Cristo estamos en el camino de la salvación. Es el gozo de ver, conocer, amar, y confiar en Jesucristo. El gozo es una alegría gloriosa y un deleite profundo al comulgar en cuerpo y alma con nuestro señor Jesucristo.