Mini oda a la bomba
Bomba, radiante crepúsculo, seres desconocidos moldearon tu hermoso ser, mieles de amor inundan tu alma y albergan tus lágrimas que como cristales en manos santas te acompañan en cada historia. El milagro de tu creación fue propicio para nuestro destino. Desnuda y calmada yaces frente a mi por voluntad propia. De tu piel perfectamente bronceada emana el temor de caer en manos equívocas que maltraten tu perfecto ser, labios azucarados que guardan la dulce melancolía de los momentos vividos; das calma al letargo y sacias al hambriento...