La anorexia no solo está en la mente
Un estudio reciente publicado en la revista “Nature Genetics”, confirma lo que ya muchos médicos había advertido: que la anorexia nerviosa es un trastorno multifactorial.
La enfermedad se produce por una percepción distorsionada del cuerpo. Esto hace que la persona que padece el problema crea que siempre tiene exceso de peso, aún en estados de delgadez extrema la persona se siente gorda, no puede establecer un límite, siempre quiere estar más y más delgada.
La percepción errónea de la masa corporal hace que la persona tome ciertas medidas para llegar al estado que considera ideal. Por un lado, ingiera cada vez menos alimentos por el temor a caer en sobrepeso, eso puede colocar al organismo en un estado de desnutrición severa.
Además, puede ocurrir que paralelo a la reducción de la ingesta alimentaria se someta al organismo a un exceso de ejercicios. Ambos factores pueden hacer que el cuerpo entre en un estado de agotamiento general que pudiera ser potencialmente mortal.
Los enfoques tradicionales para enfrentar la enfermedad habían hecho énfasis en el tratamiento de la mente, ya que la enfermedad ha sido entendida y clasificada como parte de los desordenes psiquiátricos asociados con los trastornos de la conducta alimentaria (TCA).
Sin embargo, el estudio realizada por más de 100 especialistas de 17 países, los que hicieron un seguimiento a 16992 personas con anorexia y 55525 sin anorexia, arrojó como resultado que habían factores genéticos y metabólicos predisponentes de la enfermedad.
En el grupo de personas sometidas al estudio se encontró que había quienes tenían serias dificultades para subir de peso, aún cuando estuvieran sometidos a régimen nutricional especial y en situación de hospitalización. Muchos de estas personas lograban aumentar de peso y rápidamente lo volvían a perder, aquí los médicos pudieron notar la presencia de desórdenes metabólicos.
En otro grupo de sujetos, que también sufrían de anorexia, encontraron que no funcionaba el mecanismo que envía al cerebro la señal de alarma para indicar que el cuerpo necesitaba alimentarse, sencillamente no sentían hambre.
Para las personas que compartían la alteración metabólica y para las que no sentían la señal del hambre era mucho más fácil bajar de peso que para el resto, de allí que los científicos concluyeran que era probable que la condición de anorexia nerviosa fuese disparada por estos desordenes genéticos.
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Yo padecí una etapa de anorexia. Lo que sucedía era que me veía al espejo con el cuerpo hinchado pero todo lo contrario, ya estaba cerca de los 50 kilos.
Luego me recuperé y noté que estaba puro hueso xD
Sí, es un serio problema. Qué bueno que pudiste recuperarte. Muchas gracias por la visita y el comentario. Abrazos.