Guerra entre hermanos? Busquemos la paz para poder progresar

Hace poco, la madre de los GUARIMBEROS retenidos por las autoridades realizó una manifestación exigiendo los "DERECHOS" de sus hijos.
Acá esta la respuesta de una honorable madre a la madre que protestaba...
DE MADRE A MADRE:
Vi tu enérgica protesta delante de las cámaras de TV en una protesta en favor de la liberación de los guarimberos presos. También te vi implorando medidas humanitarias contra quienes, un día masacraron al pueblo, buscando lo mismo que tú buscas hoy.
Vi cómo te quejabas de la distancia que te separa de tus hijos y del sacrificio que supone para ti ir a visitarlos como consecuencia de esa distancia.
Vi también toda la cobertura mediática (INFORMACION VERAZ, JUSTA Y BALANCEADA) que dedicaron los medios a dicha manifestación, así como el apoyo que tuviste de otras madres en la misma situación y de otras personas que querían ser solidarias contigo y vi que contabas con el respaldo de algunas organizaciones civiles, curas, universidades, artistas, deportistas, ONGs, paramilitares, terroristas internacionales, los disidentes mayameros, la Cuarta Flota, la OTAN, la OEA, la ONU, el Congreso y la Casa Blanca de EEUU, entre tantos otros, etc. etc.
Yo también soy madre y puedo comprender tu protesta e indignación.
Enorme es la distancia que me separa de mis hijos. Mayores son las dificultades que tengo para visitarlos. Con mucho sacrificio puedo visitarlos a diario aunque trabajo siempre para el sustento, la educación y la felicidad del resto de mis familias.
Felizmente, cuento con el apoyo de la mayoría de los venezolanos; de países amigos; de organizaciones internacionales, etc.
Si aún no me reconoces, yo soy una de las tantas madres de aquellos ¡jóvenes; hombres y mujeres; civiles y uniformados; chavistas y opositores! que fueron emboscados y heridos mortalmente a balazos disparados por tus hijos en las guarimbas desplegadas en algunos sitios. Por supuesto, se que alegas que algunos cayeron por la actuación de los organismos de seguridad; te recuerdo que esos organismos de seguridad están compuestos por hombres y mujeres de carne y hueso y que, por lo tanto, sienten miedo igual que tu, solo que tu provocaste este desorden, del cual ellos también son víctimas.
Así que, en la próxima visita, cuando tú estés abrazando y besando a tus hijos en la cárcel yo estaré visitando a los míos y depositándoles unas flores en sus tumbas, en sus sepulcros.
¡Ah! Se me olvidaba: defendiendo y sosteniendo nuestra economía, a través de los ingresos del petróleo –que es del pueblo y no tuyo- de los impuestos que pagan mis otros hijos, tu hijo seguirá durmiendo en un colchón y comiendo todos los días. O dicho de otro modo: seguiré sosteniendo a tu hijo guarimbero.
Por cierto mi querida "MADRE ADOLORIDA", aquí nunca vino ningún representante de esas entidades que tan solidarias son contigo para darme apoyo ni dedicarme unas palabras de aliento, ¡Ni siquiera para verificar la veracidad de tus argumentos!
Para terminar quisiera recordarte: “Los misiles no reconocen diferencias. Igual matan chavistas y opositores; mujeres y niños; ancianos y discapacitados; pobres y ricos; intelectuales y analfabetas; profesionales, estudiantes, obreros, religiosos, ladrones, artistas; Es decir a todos y a todas. Igual destruyen barrios y urbanizaciones; ranchos y quintas; apartamentos y mansiones; cuarteles o colegios; hospitales o iglesias; Es decir todo. Pero eso a ti no te importa. Solo quieres construir tu reino, aunque sea sobre las ruinas de tu patria y los cadáveres de tus hermanos.
Quisiera saber, ¿Quién gana en las guerras?