CREO EN TI COMO CAPITÁN DE MI BARCO MI SEÑOR
Señor, doblo mi cerviz, coloco mis rodillas en el lugar más alto, a los pies de Cristo, ABRO TODAS LAS PUERTAS DE MI CORAZÓN, para que sea inundado completamente por tu presencia; desnudo mi alma, he aquí mi espíritu a tu disposición Padre; a ti nadie te engaña mi Dios; "Examíname, oh SEÑOR, y pruébame; escudriña mi mente y mi corazón"
Hoy señor respondiste a mis suplicas, te pedí dirección y me hiciste ver en el reflejo de las aguas turbias con la claridad de los ojos del alma; me enseñaste que aunque la oscuridad se crea impenetrable, en su interior tu luz revela las verdades.
Toma el timón del barco de mi vida, dirige la proa a horizontes de luz; me has dicho que no es eterna la tormenta y en eso creo mi capitán, toma el timón de mi alma, así como conduces a mi espíritu; seguro estoy que en aguas remansadas en puerto de paz atracaremos. Gloria a Dios.