No se le da a ella ser una amiga.
Grado de importancia de ti, en mi corazón.
Dios el ardor celestial.
No tenemos que elegir
En lo profundo de su corazón.
En la habitacion esta vieja y mi desgarrada.
Estabas esperando a Roma, a Berna, a Praga.
No te hagas daño
De nuevo, de nuevo, pero al menos como...
Y sin embargo, cerrando los ojos,
Como un destello, como un eco de bondad en él.
Muchas gracias *sonrie.