Que todo  acabe, que  pronto todo se  vaya.

La niebla se cernía sobre la ciudad.
¡Por la última amargura de la ansiedad!
Rezo por el cielo, rezo y creo.
Por primera vez los marineros se preparan para el sacrificio.

Si ese día vaga
No, no te quemaría fuego,
Te estuve buscando y no abandoné la esperanza.
Así cantó su voz volando hacia la cúpula.

Se estrelló sobre nosotros como una vida sobre asfalto.
Con la cabeza de un águila, el cuerpo de un tigre.
Corredores en mechas y húmedos,
Diariamente veo inconsciencia.

A la hora de la diversión o de las malas desgracias,
Allí el diablo con la muerte bebe.
La luna grande se encenderá.
Ahora lo sé, solo un momento es valioso!

Pregúntame, parte o Dios, ese regalo.
No me hagas daño
No creo que puedas entender.
Una y otra vez.

Baile las coplas y hacia la meta - ¡volar!
Todo, todo, para todo, mío
Decencia del pino
En la noche de luna llena, en el resplandor del día.

En su mano un ramo, y detrás del vino.
Pero al final, todos nos juzgamos unos a otros.
Un amigo se ahorcó, quemado de vergüenza.
En la noche de la muerte del padre celestial.