Desde que tengo conciencia, mi vida ha estado repleta de ciencia, y les puedo asegurar que en poco tiempo se han generado importantes cambios. Recuerdo aún cuando en mis clases de Ciencias de la Tierra, la Profesora, muy segura de sí, nos decía que Plutón era un planeta de nuestro Sistema Solar, y casi una década después esta realidad cambiaba.

Y es que el conocimiento se encuentra en constante renovación y las verdades absolutas -Teorías- deben ser laboriosamente comprobadas. A veces, cuando leo sobre el origen de la vida y veo experiencias como la de Vant Helmont, me pregunto cómo pudo este imaginar que de camisas sudadas y trigo, nacían ratones, y de paso que este planteamiento haya sido parte de uno de los libros mas vendidos en la época. La respuesta es la misma, tiempo, verdades inacabadas , curiosidad y necesidad de dar respuesta a incertidumbres existenciales.

Así como le ocurrió a Galileo, muchas otras personas son parte del libro oscuro de la humanidad. Algunas perdieron la vida, otras debían ocultarse, las mujeres fueron discriminadas y una gran parte de los estudios, han sacrificado vidas animales-vegetales. Ademas, nos hemos llenado de invenciones y armas, para atacarnos como especie y acabar con otras.

Tal como lo plantea Edgar Morin, la meta es hacer Ciencia con consciencia, una ciencia para fortalecer a la humanidad y no para destruir la vida y el planeta.

Por @alexaivytorres- Coordinadora Editorial

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En Cervantes Ciencia tenemos una nueva sección en la que utilizamos el nombre de Galileo Galilei para interactuar con nuestros destacados lectores. Es una manera de hacer honor a este prodigioso científico de la Edad Media, quien con su inteligencia superior nos enseñó mucho de lo que hoy sabemos sobre la Física y el Universo.A pesar de que Galilei fue acusado de herejía y condenado a seis años de prisión por oponerse a las enseñanzas de la época, hoy por hoy se reconocen sus hallazgos a nivel mundial, y en Cervantes Ciencia vamos a contar por qué casi muere por divulgar conocimiento científico, y cómo es reivindicado por la Iglesia Católica.

¿La Tierra o el Sol?

En la Edad Media se creía que la Tierra era el centro del Universo, pero la teoría heliocéntrica, es decir, la teoría en la que el Sol es el centro del Universo, fue iniciada por Copérnico y ampliada por Galileo Galilei. Este genio fabricó su propio telescopio, y debido a su constancia, ingenio y perseverancia, fue fabricando telescopios con mayor potencia. 

Gracias a esta alta tecnología (para la época) y a sus minuciosas observaciones al cielo, Galilei estudió las fases solares del planeta Venus y comprobó que Copérnico tenía razón: efectivamente, la Tierra y los planetas giran alrededor del Sol y no al contrario, como se creía entonces.

A pesar de la potencia de su telescopio, Galilei no disponía de maneras para observar más allá de nuestro Sistema Solar, así que creyó que el Sol era el centro del Universo. Entusiasmado por sus descubrimientos, Galilei lo compartió con sus estudiantes de la Universidad de Pisa y publicó un libro donde explicaba estos hallazgos.

Como creyente conocedor de la Biblia, Galilei sabía que en las Santas Escrituras no hay ningún versículo donde se afirme que la Tierra es el centro del Universo, en otras palabras, no tenía ninguna intención de contrariar la Biblia, y de hecho, no lo hizo.

En esa época, existía lo que era denominado la Santa Inquisición, autoridades eclesiásticas de la Iglesia Católica Apostólica y Romana, dedicadas a identificar y condenar la herejía.

 

Esta institución era altamente radical con sus creencias, y su manera de interpretar la Biblia estaba sesgada con prejuicios y autoritarismo. Cualquier conocedor de la Biblia, sabe que en este libro sagrado no se afirma que la Tierra es el centro del Universo, pero sí centra al ser humano y su lugar de hábitat (la Tierra), como lo más importante para el Creador.

Así que, debido a que el Antiguo Testamento solo se refiere a la Tierra como Creación, la Iglesia Católica dio por sentado que esta es el centro del Universo, y fue por eso que Galileo Galilei fue acusado injustamente de herejía y casi condenado a muerte, de no ser por su carta de abjuración, donde se retracta de sus descubrimientos científicos.

En otras palabras, Galilei desmiente todo el conocimiento obtenido producto de largas horas, durante varios años de estudio frenético, lo que le permitió salvar su vida. 359 años luego de la muerte de Galileo Galilei, el papa Juan Pablo II reconoció públicamente la veracidad de sus ideas y el fatal error cometido por la Inquisición al condenarlo.

¿Te parece tarde para eso? Coméntale a Galilei tu opinión al respecto...

Escribió para ti la Dra. Ivy Escalona, en Steemit @ivymalifred

Referencias
Calvo, T. s.f. Galileo Galilei. Filosofía Moderna.Disponible
Egurbide, P. (1992) La iglesia rehabilita a Galileo y absuelve a la Inquisición, que actuó “erróneamente” contra él. Disponible

Fuentes de las imágenes
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Imagen 2
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