Ella en Paris...
Ella, caminando sola por la calle, sin saber a dónde iba, pensando, hablando consigo misma, preguntándose por qué a tantas cosas de su vida, cosas que no entendía pero que sabía de donde provenían o por qué, o por quien...
Ella sabía que su vida había dado un giro grande, pasó de estar siempre acompañada a ser solitaria, cambio a sus amigos por sus pensamientos libres, cambió su vida por el amor a su arte, por el amor a sus pensamientos y a sus acciones, pero lo que ella no sabía era que estaba equivocada, le costaba entender cómo llegó a tomar esa decisión, pero al estar clara de que era equivocada, iba a proseguir...
Un día, sin que ella lo esperase, vio a un joven, este la miro y le sonrió, esperando respuesta alguna, pero ella no lo hizo, se dio cuenta de la situación pero prefirió continuar su camino mientras pensaba "no puedo conocer a otra persona, no quiero dañar a otra persona", ella continuaba su camino de confusiones y soledad, mientras buscaba la mejor manera de estar sola pero feliz, sabía que eso iba a ser un poco imposible pero estaba segura que lo iba a lograr.
Pasaron los días y ella, en su burbuja, continuaba recordando esos momentos junto a sus antiguos amigos, pero agitaba su cabeza solo para dejar de pensar en ellos y centrarse en lo único que le importaba a parte de ella misma, su familia, a pesar de estar lejos de ellos y de la poca comunicación que había, no pasaba un día sin recordarlos y sonreír, al fin y al cabo sabía que esa era su única inspiración, mientras recorría las calles de París, se detuvo a mirar un hermoso paisaje que se iluminaba bajo la luna, cerró sus ojos, inhalo tan fuerte y luego exhalo y antes de abrir sus ojos llenos de lágrimas, recordó ese nombre que juro no mencionar, ese nombre que prometió olvidar, pero era ese nombre la causa de su decisión, la causa de su soledad y el motivo por el cual decidió irse, ese nombre por el cual las lágrimas corrían por sus mejillas, al sollozar y darse cuenta lo que le causaba y a la vez con el asombro de lo que acababa de decir, aun incrédula caminò de regreso a su hogar, y cuando reposò en su amado diván de cuero negro, rompió a llorar mientras los recuerdos de ese nombre la invaden, ella era fuerte y nunca mostraba sus sentimientos, pero cuando no podia mas, encontraba su minuto de soledad para su desahogo, pero ella sabía que solo había una persona en su mundo que podía entender todo lo que por su mente pasaba, y ella también sabía que esa persona llevaba ese nombre que no podía mencionar...
CONTINUA....