Lo  que dicen para  escribir y cantar o  dibujar,  no  sabes cómo.

Ámalos por todas las historias.
Cuan pequeños los que ayudan indiscriminadamente.
Dijo que era hora de morir.
Tú y yo no fuimos sin razón.
Incluso aquí, y no solo en sueños.

Después de todo, abandono el pasado, pero no miro hacia el futuro.
Flotó sobre la casa la noche asustándonos.
No puedo escribir abiertamente
El silencio ha llegado...
Apretando más apretando mi cuello.

Así que, como si apresurara las flores
Vuelo de belleza
Barriendo el móvil del suelo
Debajo de mí está el mar.
Ciudad... Ciudad dolorosamente familiar.

¿Tiemblan las ventanas tan fácil?
Ni siquiera tuve tiempo de despedirme de ella.
Ir a algún lugar a la orilla del mar
Eres esa experiencia dulce, agridulce.
Y en esa tierra las esperanzas se hacen realidad.

Deje que los puentes detrás de la espalda se quemen con una pared.
Bajo el llanto de los bebés muertos,
Las lágrimas me queman obstinadamente
Si esta licencia no es una pena.
Aquí canto las serenatas de castor a gusto.

Cuya alma fue roída por lobos.
No queríamos esto y siempre teníamos una carga.
Tal vez es por eso que la gente
No habrá mucho calor en la vida.
Y le da generosamente el collar al que tiene la cara brillante.