Y calla los pajaritos.

El dicho es así; “La edad suaviza a algunas personas; A otros los hace podridos ”. Sí, para la mayoría, envejecer es una pesadilla. Afecta a una persona con una variedad aleatoria de pensamientos, desde los eventos importantes de la vida hasta la salud y las enfermedades, e incluso la muerte; algunos de los cuales aprecian, otros no. Algunos, que quieren revivir y, sin embargo, otros, que desean olvidar. Y, cuando se trata de un pueblo que ha elegido permanecer soltero, es este punto el que hace que la mayoría de ellos se arrepienta por esa decisión. ¡La soledad mata! Dicen que el temor a la soledad es mayor que el miedo a la esclavitud, por eso las personas se casan.

Sin embargo, estos pensamientos nunca molestaron al didi. Todos la llamaban didi. Ella había sido una solterona toda su vida y ahora estaba entrando en la etapa final de su vida. Cuando alguien le preguntó al respecto, ella dijo que nunca se había sentido sola, ya que siempre estaba comprometida, con lo que amaba. Ella era una amante de la naturaleza. Según los registros, su nombre era Mrinalini. Cuando joven era de hecho una belleza. Por supuesto, ella también era inteligente y pertenecía a una familia rica y respetable. Ella estaba bien educada y ocupaba un alto cargo en el gobierno. Pero, ella renunció a todas esas fortunas y escogió el camino de un ambientalista. Aunque tenía que enfrentarse a una gran oposición de familiares y amigos, había decidido seguir su corazón y hacer lo que consideraba correcto; algunos la llamaron fuerte, y a ella tampoco le importó. Dedicando toda su vida a la naturaleza, había fundado una organización no gubernamental con el nombre de "Haritham" muchos años atrás, cuya membresía seguía aumentando cada mes, y no hace falta decir que estaba totalmente comprometida con sus actividades. Le encantaba organizar clases y campamentos, especialmente para los jóvenes de escuelas secundarias y universidades, que era lo suficientemente productivo como para inculcar el amor por la naturaleza y la necesidad de conservarlo en esas mentes jóvenes y en ciernes. Cada día en su vida tenía ciertos objetivos que alcanzar y no había lugar para la soledad.

Hace un par de años, ella había renunciado a la jefatura de Haritham, para llevar a los jóvenes al frente. Renunciar a algunas posiciones responsables y animar a otros a asumir el rol es una decisión sabia siempre que tengas seguidores ardientes y sinceros. Ella lo había hecho, y ella también estaba feliz por eso. Según lo decidido por el destino o así, durante ese período, una pareja de ancianos se había acercado a ella con una solicitud. No tenían hijos, pero han estado conservando un pequeño trozo de bosque, con casi todas las especies de árboles y plantas disponibles e incluso algunas en peligro de extinción, alrededor de su pequeña cabaña como en la casa. ¡Amantes naturales en el verdadero sentido, pensó! Pero no pudieron manejarlo debido a la mala salud de ambos, y por eso, quisieron dárselo a Haritham, como su voluntad. Ella había aceptado ese regalo con mucha gratitud y esperanza, asegurándoles que ella y su equipo se ocuparían de ello bien.

Unas semanas más tarde, la pareja de ancianos falleció. Ahora didi estaba a cargo de ese pequeño bosque, en ese pequeño pueblo. Estaba muy contenta de ver los esfuerzos realizados por esa pareja sin hijos para proteger ese pedazo de verde exuberante, que incluía especies raras de muchas plantas y árboles valiosos. Didi vivía sola en esa pequeña choza, y no había nada que temer. Semanalmente, un niño de la aldea, compró lo esencial para ella y se fue. Cocinó solo una vez y el bosque logró apagar su hambre dando frutos. Era un lugar tan fresco con un pequeño río que fluía cerca, siempre con una risita, que se podía escuchar desde la cabaña. Miles de pájaros vinieron allí, cantaron y cantaron, y el bosque los recompensó con frutas. Aunque no era un jardín formal, flores de diferentes tonos y colores decoraban el lugar, se veían mariposas por todas partes y el zumbido de las abejas se quedaba en el aire. Didi solía tener visitantes a menudo, principalmente adultos de institutos de investigación y clubes de la naturaleza. Pero esta vez, estaba un poco más emocionada, ya que había recibido una solicitud de un orfanato de la aldea cercana, solicitando permiso para que trece niños, que obviamente eran huérfanos, visitaran el lugar. Se sintió encantada, ya que iba a ser su primera experiencia con niños en ese lugar. Ella esperó el día. En la madrugada de ese día, una minivan se detuvo en la entrada del bosque. Un hombre de mediana edad, vestido con un traje sencillo, salió y comenzó a observar el lugar; o estaba esperando que alguien los guiara. Didi, que estaba tomando su paseo matutino entre los arbustos, lo vio y se dirigió rápidamente hacia la entrada. Al verla, la cara del hombre se iluminó. "Mi nombre es Govind. Somos del orfanato, habíamos informado ... ". "Sí, sí ... esperaba gente, entra ... ¿dónde están tus hijos?" Señaló el monovolumen, se dirigió a la furgoneta y dio algunas instrucciones. Didi estaba en la entrada y esperaba que sus visitantes del día pudieran ser algunos de los estudiantes de secundaria ... Pero, se sorprendió un poco cuando vio a niños pequeños saliendo de la camioneta. El más pequeño de ellos puede tener cuatro años y ninguno de ellos parecía mayor. Han doce años. Al instante, dudó si podía decir algo que les interesara. Se pararon frente a ella en un círculo, según las instrucciones del gerente. Ella no vio trece caras felices, y adivinó la razón probable de su tristeza. Eran huérfanos. Sus caras eran lindas, sus vestidos no eran atractivos pero estaban limpios. Pensando en el destino de esos niños, ella sufría de dolores agonizantes. Ella los condujo al lugar. Mientras caminaban, ella le preguntó a Govind si habían desayunado, y él dijo que lo habían hecho. Ella le preguntó sobre el orfanato y su funcionamiento. Dijo que alguna sociedad caritativa lo estaba administrando y que estaban recibiendo muy pocas donaciones lo suficiente para dirigir el orfanato; Para darles comida, ropa y medicinas. Pero no quedaba nada para mandarlos a la escuela. Entonces, cuando tuvieron la edad suficiente para aprender algo, se les enseñó a coser y otras artesanías. Se sintió demasiado triste por ellos. Al llegar a la cabaña, se quedó pensando un momento, como si fuera a dar una presentación como de costumbre. Pero, el conocimiento sobre los niños, la dejó despistada, ya que no sabía qué decirles a los niños de este grupo de edad. Definitivamente esos pequeños no seguirían si ella les diera la información habitual. Govind les ha ordenado nuevamente que se paren en un círculo alrededor de didi y obedecieron al instante. A diferencia de los niños habituales de su edad, no sonreían, ni hablaban ni hacían ningún ruido, su silencio parecía muy perturbador para los niños. Sintió incomodidad cuando veintiséis diminutos ojos tristes comenzaron a mirarla. Ella le dijo al gerente que sus visitantes habituales eran investigadores o investigadores, que venían como parte de su estudio o solo por su interés. Y como esos niños eran demasiado pequeños para comprender las clases, a ella le gustaría que se movieran libremente, disfrutando del lugar. La cara del gerente dijo que no estaba muy contento con la idea, pero después de un tiempo estuvo de acuerdo. Ella le pidió que no los hiciera caminar en una línea o así. Quería que caminaran libres en el bosque. Les habló: "Queridos hijos, ¿has visto un bosque antes?" Todos negaron con la cabeza. Ella continuó. "Este es un pequeño bosque, aquí puedes ver muchas plantas, árboles y flores y hay un pequeño río cerca. Puedes ir por tu cuenta y verlos. Si tiene alguna pregunta, tiene la libertad de preguntarme ". Algunos, pueden ser los mayores, en el grupo consultaron al gerente para obtener su consentimiento. El asintió. Se mueven en silencio, con el mismo silencio de visitar a una persona muerta. Didi estaba distraída. A estos niños ni siquiera se les da suficiente libertad, pensó. El silencio de esos niños pequeños fue realmente muy molesto. Les pidió que disfrutaran con sus amigos, pasearan y hablaran con amigos. La cara de los niños brillaba un poco, ella sintió. Comenzaron a murmurar y se mudaron a diferentes lugares. Algunos se acercaron al río para ver si podían ver un pez o algo; otros se acercaron a las flores, como si nunca antes hubieran visto una hermosa floración. Algunos fueron tras las mariposas, que eran igual o más atractivas, volando de una flor a la otra. Algunos simplemente vagaban entre los árboles, ya que los árboles eran tan grandes, que sentían que tocaban el cielo. Didi notó a un niño, investigando algo. Se acercó a ese niño, una niña, probablemente de cinco o seis años, supuso. "¿Cómo te llamas?". "Mini", respondió ella con una linda sonrisa. "¿Qué estás buscando aquí?" Nido y hay tres huevos pequeños ”. Terminó de una vez. Incluso Didi no lo había notado. Ella siguió al niño hacia donde señalaba. Podía ver que una gran hoja de la planta de cúrcuma se había enrollado en un nido. Estaba fuertemente tejida y había una cama interior llena de algodón, en la que yacían los tres huevos pequeños. Claramente, ¡el nido de un gorrión! La niña preguntó: “Mamá, ¿dónde está la madre pájaro?”. La pregunta inocente de la cara igualmente inocente hizo reflexionar por un momento. Más que eso, la llamada "Ma" envió una dolorosa flecha a su corazón. Nadie la había llamado así antes. Sí, ¿dónde están las aves madres y las aves padres de estos pequeños pajaritos que son sus visitantes ahora? Didi dijo: "Mini, mi madre pájaro ha ido a buscar algo de comida para ella, cuando los huevos eclosionen, también traerá comida para los pajaritos ..." La niña estaba feliz pero se quedó en silencio como si pensara algo. Didi tuvo que admitir que la madre en ella se estaba despertando después de todos estos años. ¡Llevó a la niña a algún otro lugar, para romper o redirigir sus posibles pensamientos, sobre la madre ave o la madre! Pasaron algunas horas y Govind le dijo a didi que era hora de que se fueran. Después de algunas horas de vagar por el bosque, todos regresaron cuando el gerente los llamó. Didi descubrió que no eran el mismo grupo de niños que llegaron allí hace unas horas, ahora podía ver expresiones agradables en todas las caras, algunos sonreían bien.

El gerente agradeció formalmente a didi por permitir que los niños vieran el lugar. Ella dijo que era un placer verlos caminar, felices y libremente, descubriendo y disfrutando de pequeñas cosas. Incluso añadió que eran los mejores visitantes que había visto nunca. tenía allí Govind le pidió a un niño que le diera las gracias en nombre de todos. El niño se adelantó y comenzó a decir algunas palabras como si hubiera enseñado bien antes. Govind les pidió que lo siguieran en una línea. Cuando formaron la línea y se movieron, sus caras tenían la misma tristeza, cuando aterrizaron allí. Algunas personas entran en nuestras vidas y dejan huellas en nuestros corazones y nunca somos lo mismo. La gente dice esto más a menudo, en el contexto del amor. Pero esto fue lo que sentí ahora. Cuando los miró alejándose, pudo sentir su pesado corazón. Una niña se volvió y la miró, la que le mostró el nido y los huevos, y agitó sus pequeñas manos. Didi se dio cuenta de que estaba llorando. Por primera vez en su vida, se arrepintió por una cosa. No ... no sobre un matrimonio o una familia, pero ... ¡Podría haber adoptado a una niña huérfana, puede ser una niña! Sabía que era tarde, pero ahora, solo había un pensamiento que gobernaba su corazón y cabeza. ¿Los procedimientos para adoptar un niño huérfano?