Mateo 24:35El cielo y la tierra pasarán, pero mis palabras no pasarán.

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¿Cómo llegó a nuestra manos?

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Canon: se utiliza para describir los libros inspirados por Dios y que por lo tanto pertenecen a la Biblia.

Determinar cuales serian esos libros fue un largo proceso, hecho primeramente por los rabinos judíos y los eruditos, y más tarde por los primeros cristianos. Para el Antiguo Testamento no hubo tantos problemas, como para el nuevo testamento, en cuanto a reconocer el mensaje de Dios y aceptar sus escritos como inspirados por Dios.

En el año 250 d.C., hubo un acuerdo casi universal sobre el canon de la Escritura hebrea. Solamente quedó en debate los libros Apócrifos, conjunto de documentos históricos y religiosos pero no están a la altura de las Escrituras hebreas. Para el nuevo testamento, el proceso comenzó durante los primeros siglos d.C.

El primer “canon” fue el Canon Muratorio que fue compilado en 170 d.C. El Canon Muratorio incluye todos los libros del Nuevo Testamento, a excepción de: Hebreos, Santiago y 3 Juan. En el año 363 d.C. el Concilio de Laodicea declaró que sólo el Antiguo Testamento (junto con la Apócrifa) y los 27 libros del Nuevo Testamento fuesen leídos en las iglesias. El Concilio de Hipona (del año 393 d.C.) y el Concilio de Cartago (del año 397 d.C.) también confirmaron la autoridad de los mismos 27 libros.

Aun así creo que ningún concilio fue el que determinó que contenido debería permanecer en el canon. Solamente Dios pudo establecer cuales eran los libros que deberían permanecer en la Biblia. Se atribuye a la obra del Espíritu Santo para convencer a sus seguidores de hacer lo que Dios había decidido. El proceso humano de reunir los libros falló, pero Dios en su soberanía a pesar de los errores, guió a aquellos hijos de Dios a reconocer los libros que él había inspirado. Finalmente, fue Dios quien decidió cuáles libros pertenecían al canon bíblico.

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Así quedo establecido el canon Bíblico hoy:

"Las Divisiones de la Biblia versión Reina-Valera"

Fuente

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Continuará...

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2 Timoteo 3:14-17
Pero persiste tú en lo que has aprendido y te persuadiste, sabiendo de quién has aprendido; y que desde la niñez has sabido las Sagradas Escrituras, las cuales te pueden hacer sabio para la salvación por la fe que es en Cristo Jesús.
Toda la Escritura es inspirada por Dios, y útil para enseñar, para redargüir, para corregir, para instruir en justicia, a fin de que el hombre de Dios sea perfecto, enteramente preparado para toda buena obra.

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Les invito a viajar conmigo a través del tiempo, y poder conocer su origen, y como llegó a nuestras manos este libro tan polémico, criticado por unos y amado por otros.

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