Historias extraordinarias

Todos tenemos una historia que contar, desafíos vividos, situaciones adversas... Batallas ganadas que la mayoría de veces se pelean desde lo interno, no se publica. En lo particular me gusta revisar la biografía de personas exitosas pues **siempre** han surfeado obstáculos con el firme propósito de llegar no a un destino sino de disfrutar de la vida que han soñado y por lo general sus circunstancias las usan, luego de superarlas, para inspirar a otros.

Hoy quiero contarle sobre dos excepcionales mujeres, una de ellas es Adriana Macías, mexicana, madre, abogada, toca el violonchelo, conferencista, escritora, es decir, está llena de talentos. Nació sin brazos, pero eso, en vez de detenerla, la ha impulsado para vivir a plenitud su propósito. Desde chica contó con el apoyo de sus padres quienes sirvieron de pilares cuando la sociedad la rechazó y creyó que no sería capaz de ser alguien en la vida. Desde los 13 años está dando charlas motivacionales, haciendo uso de unas prótesis que soportó hasta los 20 años, a pesar de que desde chica había tenido una afinada pericia con sus pies. Ella cuenta en una de las tantas entrevistas que le han hecho, que ese momento cuando se despojó de las prótesis fue sola a un restaurante, se quitó los zapatos y empezó a comer con el temor de ser señalada e incluso que la sacaran del lugar, nada de eso ocurrió por lo que entendió que todas las limitaciones estaban en su mente.

Esa fue la clave para superar sus miedos, así que el desarrollo, las ganas de superación, la constancia, el levantarse las veces que sea necesario se han convertido en sus razones para seguir. Hoy a sus 40 años disfruta la vida sin complejos e incluso dice que vio el milagros de sus brazos cuando nació su hija.

_{Fuente: americatv.com.pe}

Otra mujer de las que quiero comentarles es la japonesa **Manami Ito**, a sus 20 años, mientras cursaba la carrera de enfermería perdió, en un accidente de tránsito, su brazo derecho por lo que abandonó sus estudios, pero como sabía que la vida debía continuar decidió tomar clases de natación, deporte que ya había practicado; fue tanto su esmero que clasificó para participar en los juegos paralímpicos de Beijing en el 2008, quedando de cuarto lugar en los 100 metros libres y de octavo en los de Londres de 2012. Luego calificó para una prótesis y volvió a las aulas, convirtiéndose en la primera mujer enfermera de Japón con un brazo protésico, ¿impresionante cierto?

Pero todo no termina allí, Manami tocaba el violín desde niña y gracias a la prótesis con una adaptación especial pudo tomar de nuevo el instrumento y luego de muchos intentos logró ejecutarlo de una forma espectacular, asombrosa, en la web se encuentran varios videos.

Tanto Adriana como Manami inspiran con su historia, nos desafían a no desmayar, ellas son una excelente referencia para no flaquear ante ninguna dificultad y por sobre todas las cosas a ¡AVANZAR!</div