Ayer tenía pensado comprarme unas blumas para estrenar el 24 y el 31, pero con el estrés por comprar la comida, no tuve tiempo de más nada. Así que le dije a mi hermana que iríamos el domingo a comprar cosas que no fueran para la casa.

Me metí en Traki y, en lugar, de buscar las prendas íntimas fui a ver las cosas del hogar. En la casa faltan muchos detalles, y vi unos platos que llamaron mi atención. No pude contenerme y compré cuatro pensando que, de repente, los íbamos a necesitar para las cenas navideñas. Cuando estaba en la caja, me regañé a mí misma, porque no había salido a comprar eso, sino mis pantys.

Al salir de allí, me metí en la tienda "Total", y me compré un par de zapatos, pues los míos están muy desgastados con los 6 kilómetros diarios que camino de la casa al centro, estos me costaron 7 dólares; también me compré unos lentes de sol, que costaron 3 dólares. Nuevamente, las pantys se quedaron rezagadas.

Mi hermana insistió en que me metiera en una tienda donde venden ropas íntimas, y, por fin, me compré tres pantys y dos brasiers. En un principio, iba a gastar todo el dinero en blumas para deshacerme de las viejitas, pero en el trayecto, gasté todo el dinero.

(Mis compras)

(Mi almuerzo en plato nuevo)

(Luis arreglando la bici de Yolanda)

(Angie, la hija de mi amigo Luis, posando para mí)

Dos días de compras; uno estresante; y otro, grato. Dos caras de una misma moneda. Nos vemos mañana, querido diario.

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Todas las fotos fueron tomadas con mi Tab3 Samsung

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