Poco después de levantarme tocó mi timbre un compañero de clases de la infancia, hace aproximadamente un mes me había consultado el costo de la serenata con mi mariachi y hoy llegó intempestivamente para contratar el servicio para esta misma noche, así que me pondría a correr porque en estos tiempos tener la agrupación preparada no es nada fácil, menos cuando tenemos más de cuatro meses sin tocar, entonces hubo que llamar a todos los músicos y tratar de coordinar un transporte, el que luego acordaría con el cliente que lo haría él mismo.

Una vez organizado y acordado lo necesario para la presentación de la noche me dirigí al taller a mi jornada diaria de luthería, allí terminé de reparar el cuatro de mi amigo Luís el de la carnicería, adelanté trabajo con el contrabajo, con la bandola de mi amigo Pedro y proseguí organizando el taller que, aunque está en proceso de reorganización, cada vez se ve más desorganizado.

_{El cuatro recién reparado.}

Como hace un par de noches trabajé con mi sonido en otro mariachi y allí noté que tenía varios cables averiados me fui a casa de mi amigo @danstudios01 para que me prestara el cautín, herramienta con la que podría volver a soldarlos y así ponerlos en condiciones. Casualmente lo encontré trabajando la electrónica porque estaba reparando unos bombillos de su casa. Yo andaba con Daviel, mi hijo menor y este no tardó en ponerse a correr y jugar con el amiguito Dan Enmanuel.

_{En casa de mi amigo y colega Dan Flores.}

Como suele suceder, me quedé un buen rato hablando con él y con su esposa mi buena amiga @lacharrakey quien estaba en los preparativos para el cumpleaños de @keilyflow11 que es mañana. Después de compartir un rato y tomar café me despedí de mis amigos, de Dan hasta la noche porque actualmente él toca conmigo en mi mariachi.

Al llegar a casa y con ayuda de mi hijo @davidjm me dispuse a revisar uno por uno los cables y a reparar los que estuvieran dañados, entre ellos, un micrófono al que se le despegó la membrana y de ñapa soldé los lentes de mi papá que se habían despegado, a falta de montura nueva un punto de estaño.

Al terminar ya era de noche y debía alistarme para la serenata y poco a poco empezaron a llegar los músicos convocados. Pero a penas se hizo la hora en que vendrían a buscarnos cayó un aguacero que amenazaba con inundar todo. Así que, en comunicación con el cliente, debimos esperar a que escampara mientras tocábamos y cantábamos como si estuviéramos en la presentación, debe ser el tiempo sin trabajar que estábamos ansiosos o como decimos aquí "enfiebrados", porque por mi parte la emoción me hizo cantar dos o tres canciones de esas que exigen muchas condiciones, las que perdí hace tiempo por una lesión en la voz y que poco a poco he ido recuperando, me alegró descubrir que hoy pude volver a cantarlas, sonó feo pero por lo menos salió.

_{Intento de selfie con los trompetistas revisando algunas partituras y mi linda esposa.}

_{Otra parte del mariachi, pero ellos no tocarían hoy esos instrumentos, uno es el vihuelista y el otro el cantante.}

A eso de las diez de la noche, cuando medio escampó llegó el cliente de la serenata, pero lo hizo en un solo carro pequeño, por lo que debí ir yo solo con él y todo el equipo hasta el lugar para que luego él regresara por los demás músicos. En el sitio, apenas me bajé del carro quedé enterrado en un charco de barro que me encharcó los zapatos, en especial porque ya están gastados por la suela y dejan colar agua. Por la misma lluvia, todos los presentes se habían puesto bajo un pequeño espacio donde había techo y entre ellos tuve que acomodarme yo con mi equipo, conecté todo y cuando fui a probar me llevé la desagradable sorpresa de que los micrófonos daban corriente, puede ser porque yo tenía los pies mojados, porque la corriente del lugar estaba mal aterrizada o por la dos, tal vez fue la tormenta que averió la corriente en el sector.

Decidí esperar a que llegaran los demás músicos a ver que pasaba, los cantantes serían los más afectados porque son los únicos que trabajarían con micrófono en mano. Por suerte a mi esposa, la cantante, no le dio corriente creo que porque andaba en tacones y al cantante le daba muy poco y dependiendo de dónde se parara, pero si se le ocurría tocarme con el micrófono en mano se llevaba un susto. A pesar de la lluvia y la corriente, la serenata para la quinceañera salió bonita y el público disfrutó mucho, igual nosotros por el tiempo que teníamos sin tocar.

_{Después de la serenata, yo no sabía que andaba tan mojado.}

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