En los últimos días por las mañanas he carecido de energías para levantarme a trabajar, pero por las tardes y en especial en las noches, también. Bezaleel y Mauricio tocaron el timbre como a las ocho de la mañana, pero esta vez no sería para ir al taller sino para recordarme que estarían ensayando en casa de Teo y que esperaban que yo fuera y que por favor no faltara, pues están en la creación de una agrupación musical y desean que les dé mis apreciaciones y sugerencias. Apenas se fueron, di vueltas un ratico por la casa y me volví a acostar. Me levanté como a las diez de la mañana y me fui a casa de Teo.

Los muchachos me recibieron con una arepa que preparó Mauricio para el desayudo y con la mandolina de Bezaleel rota en una cuerda. Para los músicos venezolanos perder una cuerda es sinónimo de despecho porque no es fácil conseguirlas ni comprarlas, menos si es de mandolina, por suerte el pedazo de cuerda que sobró alcanzó para improvisar una nueva y con la ayuda de una pinza le hice un nuevo amarre solucionando el problema.

_{Remendando la cuerda de la mandolina.}

_{Diciéndole a mi amiga Laura, ¿usted me está tomando fotos mientras como?}

El nuevo grupo, como pude ver, consta de tres chicas cantantes, un percusionista, Mauricio en el cuatro, Bezaleel en la mandolina y Teo toca la guitara y canta. Estuvieron ensayando "La voy a tocar a pie", tema gaitero del grupo VHG. Por mi parte estuve escuchando e interrumpiendo cuando creía que algo lo podían hacer mejor y les indicaba. Así pasé un rato bien agradable compartiendo con todos estos chamos, bajo la sombra de muchos árboles y con un día bastante fresco por la lluvia que poco a poco se iba acercando.

_{Tocando un poco con Bezaleel.}

Más tarde, en horas del medio día, disfruté de la gentileza de Teo y sus padres que nos brindaron el almuerzo a quienes allí compartíamos, luego un rico dulce de lechosa preparado por su madre, de quien había escuchado hablar mucho y aún no tenía la suerte de conocerla en persona. Ella también había escuchado por medio de Teo y de su padre Nerio sobre Steemit, así que se animó a participar, por eso estuvimos hablando mucho sobre la plataforma y de cómo puede ir creciendo más con su cuenta @heedysguevara.

Mauricio, Bezaleel y yo nos despedimos casi a las dos de la tarde para dirigirnos al taller a trabajar, pero pronto nos daríamos cuenta que la lluvia impediría la jornada, pues con tanta humedad no se puede hacer casi nada. De hecho, a mitad de camino nos tocó resguardarnos bajo un techo para no mojarnos tanto y allí estuvimos estacionados un buen rato.

Decidimos quedarnos en mi casa, allí Bezaleel aprovechó de conectarse a internet para adelantar algunos trabajos de sus estudios y yo convidé a Mauricio a que me compañara a comprar unas cosas a la verdulera, nos recogimos los pantalones a una cuarta del talón y nos fuimos caminando entre las calles inundadas.

Para nuestra gran sorpresa, cuando íbamos a medio camino notamos que en plena corriente de agua que se formó en a la orilla de la calle y luchando por nadar, había un pequeño pez de unos seis centímetros, además de el hecho de que se encontraba en plena ciudad y que no se me ocurre cómo hizo para llegar a ese sitio, me extrañó muchísimo que era de la especie pavón que se da en ríos de agua clara muy lejanos a esta zona. Nos lamentamos enormemente no tener una cámara a mano para fotografiar el momento, pensé en tomarlo con mis manos para llevarlo a casa pero entendí que igual moriría así que dejé que se fuera quien sabe a dónde por las alcantarillas.

El día terminó en familia viendo la película "El secreto" ya que mi esposa le ha estado hablando a mi hijo Daniel sobre la Ley de la atracción y pensó que sería buena idea que él la viera y nosotros nos refrescamos con el tema.

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