Razones por las cuales yo nunca votaría por el pastor Javier Bertucci

Antes de comenzar esto, he de añadir una sola cosa: igualito no pienso votar en las venideras “elecciones presidenciales”, que además, a esta hora que escribo, Diosdado pretende que además, ese día se hagan las parlamentarias, una manera bastante simple de decir que se va a disolver a la Asamblea Nacional (AN), en manos opositoras y anulada hasta más no poder por el chavismo.

Ahora, vamos a imaginar que Venezuela no vive en una dictadura comunista y narcotraficante, que no estamos controlados por gente que deja morir de hambre y mengua a sus conciudadanos. Hagamos ese ejercicio y este pastor decide lanzarse. De ese mismo modo, igual no votaré por él. ¿Les expongo las causas? Claro que sí, para eso es el post, y por suerte, solo hay dos causas que, en condiciones normales, deberían disuadirte de no votar por un sujeto así:

1. Es un chavismo más lo que viene.

Bertucci anunció su candidatura un domingo más o menos aburrido. Solo para hacernos reír. Ni la ridiculez en video que hicieron los pranes chavistas con lenguaje de señas pudo tapar las intenciones de este pastor.

Entre lo que Bertucci dijo, hay algo que me aterró seriamente:

"El país tendrá que prepararse para escuchar todos los domingos en cadena nacional el mensaje de salvación".

Es decir, ya no basta con que cada mañana, la TV nacional se encadene con las noticias ficticias de Maduro y sus amigos (Notipatria le llaman), o cada vez que el dictador quiera interrumpir la poca y mala televisión nacional que la gente tiene (mala leche si no tienes cable o Internet), sino que ahora, llega este patán a querer hacer algo muy parecido pero los domingos, y lo señala como si fuese una obligación tener que escucharlo.

Ya esto se me asemeja mucho al despertador lúgubre que tienen los norcoreanos, y miren que ya lo estamos viviendo con el autobusero vulgar e ignorante que se dice a si mismo “presidente constitucional”.

Los sectarismos no son buenos para una sociedad. Miren el daño inmenso que causó el comunismo como para pretender que un culto religioso se apodere de una nación. En lugar de sectarios rojos armados (como ya ocurre con el chavismo), tendríamos a fanáticos religiosos desconectados de la realidad al frente, yendo en contra de todo lo que no les parezca correcto desde su muy reafirmado sesgo. Imagínenlos con armas, además y apoderados de un Estado.

1. Bertucci es un corrupto.

Algo que no puede tapar este tipo son sus escándalos de corrupción. El más reciente fue haber salido en los Panama Papers, intentando hacer sociedad offshore para poseer una empresa que vale $5 millones. Nunca se firmó eso, y encima, había pretendido en 2012 firmar otro consorcio para compra-venta de toda clase de insumos. Algo que ya el chavismo hace para robar a manos llenas.

Lo peor de este tipo fue verse tentado con el contrabando de combustible y lo que le pasó fue obvio: lo agarró el gobierno y terminó preso en 2010. Pagó seis meses de cárcel.

Un sujeto así obviamente no es respetuoso de las leyes y pretende usar el evangelio como salvoconducto por sus fechorías. Es como cualquier malandro que evita cualquier intento de asesinato en su condición religiosa.

Por cierto: el artículo 227 de la CRBV dice que para ser Presidente de la República no puedes ser pastor o ministro de algún culto religioso y debes permanecer alejado de actividades así. Es decir, hay que ser de estado seglar. Este carajo obviamente viene desde ya pisoteando una ley.

Alguien que use esa careta de religioso es fácilmente corruptible. No conviene.

1. Sigue siendo un mentiroso.

En reciente entrevista en un canal de TV, le preguntaron sobre su aparición en los Panama Papers. Bertuccile dice al periodista que meta su nombre en esa investigación y aseguró que ya no aparece allí, pero una de las periodistas que participó en esa investigación desmintió esto, y probó que el tipo todavía está ahí, mencionado en ese escándalo de corrupción.

Y ya.

Volviendo a la realidad: este sujeto es un oportunista que le cayó como anillo al dedo a Maduro, pues estas elecciones son una farsa que no será reconocida por ningún país serio. La colaboracionista MUD como que entendió el mensaje y prefirió desentenderse de esto (esperemos, porque hasta este momento que escribo, ninguno de esa -casi extinta- coalición se ha pronunciado).

Como Maduro no tiene contendientes y ya anda haciendo campaña solito, sale este sujeto intentado pescar en río revuelto. El chavismo necesita evitar lo ocurrido el 30 de julio, donde nadie votó y el CNE le inventó 8 millones de votos a la dictadura.