Diablo Poeta-Cuento/Parte 1

Esta historia sucedió hace mucho tiempo, cuando apenas había terminado de llenarse el planeta Tierra de agua (después de que la lluvia fuera una constante por miles de años). En la tierra ya se encontraba una especie invadiendo lugares que, para casi todas las especies actuales (no hay que olvidar a las bacterias), serían inhabitables. Eran divinidades, cuya fuente de poder, era la inspiración.

Uno de esos organismos estaba sentado en una piedra, mientras veía pasar las estrellas a una velocidad considerable. Se trataba de un organismo un tanto peculiar: tenía una capa hecha de una amalgama de metales, con una cabeza bastante grande y desproporcionada en comparación con su cuerpo; no alcanzaba el metro de altura. Además, tenía en toda la piel glándulas como las ranas, ya que la lluvia había sido incesante. Sus ojos eran grandes y rojos a causa del sol; incluso después de tanto tiempo, una parte de la historia de la especie había sido cuando la atmósfera no existía, por lo que, el uso de sus capas los mantenía en los suelos. A pesar de su complexión enana, poseían una fuerza descomunal, que hubiese podido acabar hasta con el organismo más grande en la actualidad; también podían regenerarse de cualquier daño con suma facilidad.

A pesar de eso, eran bastante pacíficos y lograban alimentarse de partículas suspendidas, ya que su metabolismo podía procesar cualquier elemento disponible. Sin embargo, su gran problema era que su increíble sabiduría los había llevado al punto de la extinción, ya que, a pesar de parecer inmortales, poseían un corazón frágil y que se quebraba a falta de inspiración.