Es lamentable el grado de corrupción que se ha desarrollado desde la clase política de nuestro pobre país. Lo más triste es que el silencio que guardan los habitantes cercanos, los convierte en cómplices. Hay qué hacer público este robo y denunciarlo. Basta de riquezas obtenidas a espaldas del pueblo!...
Pues es triste pero es la realidad todo. Es compadrazgo