Nuevas cajas negras serán más fáciles de rastrear en accidentes de avión en el mar

Desde el amanecer de la era del jet, volar se ha vuelto mucho más seguro. De hecho, son miles de veces más propensos a morir mientras conducen al aeropuerto de lo que están volando en un avión.

Sin embargo, para todos los avances de seguridad, los expertos en seguridad de la aviación han sido bloqueados por accidentes de avión en el mar. Los registradores de a bordo, conocidos como cajas negras, pueden ser difíciles, si no imposibles, de recuperarse profundamente debajo de las olas.

Sin embargo, una nueva generación de grabadoras, anunciada este verano por Airbus y que se lanzará a nuevas células A350 a finales de 2019, hará que estas cajas sean más fáciles de recuperar. En vez de bajar a la parte inferior con el avión, un registrador será lanzado y flotará de nuevo a la superficie. A continuación, enviará una señal de que los satélites podrían recoger, lo que permite a los buscadores determinar su ubicación.

Eso podría ser sólo el primer paso para cambiar la forma en que se recuperan los datos en un accidente de avión. Algunos defensores de la industria sugieren que los aviones ya no llevan sus datos de vuelo en absoluto y en su lugar viven la corriente a un lugar de almacenamiento central en el suelo. Pero "ese futuro tarda algún tiempo en materializarse en toda la flota", dijo Charles Champion, vicepresidente ejecutivo de ingeniería de Airbus Commercial Aircraft. "El inconveniente de eso es que no tenemos banda ancha en todas partes", por lo que el streaming no es aún lo suficientemente confiable como para hacer a bordo de las cajas negras obsoletas.

No importa cómo obtengan la información, los investigadores dicen que es importante conocer las causas de los accidentes aéreos. "Si usted no resuelve el accidente o si no está claro, puede arrojar un pall", dijo Peter Goelz, ex director administrativo de la Junta Nacional de Seguridad en el Transporte. "La forma en que lo haces en estos días es mirando los datos".

Los registradores rediseñados son en gran parte una respuesta a dos de los desastres más modernos de la aviación. Ambos resaltaron las limitaciones de la actual generación de cajas negras.

En 2009, Air France Vuelo 447 se estrelló en el Atlántico en el camino a París desde Río de Janeiro, matando a las 228 personas a bordo. Después de una búsqueda multinacional, multimillonaria que duró más de dos años, los datos de vuelo y grabadores de voz de la cabina fueron finalmente recuperados del fondo del océano.

Ellos revelaron que el accidente había sido causado en parte por pitot defectuoso (pronunciado PEE-toe) tubos - sensores que proporcionan datos de velocidad aerodinámica a los pilotos. Los tubos se habían atascado con hielo, dando como resultado algunos datos inexactos en la cabina. Confundidos por las señales mezcladas de sus instrumentos, los pilotos colocaron accidentalmente su avión en una parada aerodinámica, que causó el choque .

A raíz de ese costoso y costoso esfuerzo de recuperación, muchos en la industria de la aviación y los reguladores comenzaron a pedir que los datos de vuelo se recuperaran más fácilmente después de un accidente. Ese esfuerzo ganó fuerza en 2014 después de que el vuelo 370 de Malaysia Airlines desapareciera. Según los datos del radar, los expertos creen que probablemente se desvió de rumbo y se estrelló contra el Océano Índico mientras viajaba entre Kuala Lumpur, Malasia y Pekín.

La mayoría de los restos, incluidos los datos y grabadores de voz, nunca se recuperó, por lo que la causa exacta de la desviación de la ruta no se ha determinado oficialmente. Había 239 personas a bordo.

Cuando un avión se estrella en el agua, un faro sonoro en las grabadoras envía una señal durante unos 30 días. En teoría, el faro los hace detectables con el equipo de sonar adecuado, pero eso no es necesariamente el caso en aguas profundas, especialmente si los investigadores aún no conocen la localización precisa de los restos.

La nueva generación de grabadoras de Airbus, que aún está siendo desarrollada por L3 Technologies y la filial canadiense de Leonardo DRS, combinará funciones de voz y datos en un solo aparato. Las aeronaves llevarán una versión fija y desplegable, cada una almacenando 25 horas de voz de la cabina de pilotaje - de aproximadamente dos horas ahora - y datos sobre miles de parámetros de vuelo.

En caso de un accidente, el registrador desplegable será liberado del avión, "provocado por deformación estructural en el fuselaje o porque empieza a pasar por debajo del agua", dijo Champion, de Airbus. "Bajo unos pocos metros, se liberará, y la caja volverá a la superficie".

Una vez que la caja esté separada del fuselaje, se activará un sistema de detección basado en satélites - el primero de su tipo en un avión civil. "La primera alerta se apagará dentro de los tres segundos posteriores al despliegue del faro", dijo Blake van den Heuvel, director de programas aéreos de DRS Technologies Canada. "Con ese primer golpe, podrán localizar la ubicación del avión derribado".

A diferencia de los localizadores sónicos tradicionales, la tecnología basada en los satélites proporciona instantáneamente la posición exacta de la grabadora, actualizándose regularmente mientras se agita en el agua. DRS está diseñando ese localizador por satélite para durar 150 horas - aproximadamente seis días. El tradicional faro en la grabadora fija, en el avión, será actualizado para transmitir durante 90 días en respuesta a las regulaciones que entrarán en vigor en 2018.

El Sr. van den Heuvel dijo que su compañía había estado suministrando registradores desplegables similares en aviones militares durante décadas y que tenían un historial comprobado de recuperabilidad.

"Para los que no se recuperan, creo que encontrarás que tenemos situaciones en las que hemos tenido una colisión en el aire de dos aviones tácticos, dos muy, muy pequeños, ambos se acercan a Mach 1, y en ese caso tú tienen muy poco a la izquierda de la aeronave ", dijo. "Para aviones de transporte, hemos tenido una tasa de éxito del 100 por ciento".

Aunque Boeing no ha hecho anuncios similares sobre los esfuerzos para facilitar la recuperación de datos sobre sus aviones, la compañía enfatizó que otorgaba un alto valor a la seguridad.

"La cultura de seguridad realmente ha progresado colectivamente a lo largo de los años", dijo Elizabeth A. Pasztor, vicepresidenta de seguridad, seguridad y cumplimiento de Boeing.

La industria es mucho más probable que comparte datos, dijo Pasztor. "Cuando se trata de seguridad, realmente colaboramos como una industria", dijo. "Este no es un área para competir."

En el pasado, con menos tecnología y menos regulaciones, volar era una forma mucho más arriesgada de viajar. Las páginas archivadas del New York Times pueden atestiguar que no hace mucho tiempo, los pilotos eran más propensos a juzgar mal el terreno y chocar contra las montañas, o incluso a chocar contra otros aviones en el aire.

El último accidente aéreo mortal en los Estados Unidos ocurrió en 2013 cuando un vuelo de Asiana Airlines llegó demasiado bajo cuando se acercó a la pista de aterrizaje en San Francisco y golpeó la pared del mar en su borde. El video muestra la pirueta del avión dramáticamente a través de la pista, pero a pesar de las imágenes notables, sólo tres personas murieron; uno de ellos sobrevivió el accidente sólo para ser atropellado por un vehículo de rescate de carreras a la escena. Los pasajeros que fueron asesinados no llevaban sus cinturones de seguridad y fueron expulsados ​​del avión.

En 2009, 50 personas murieron cuando un vuelo de Colgan Air viajero de Newark a Buffalo paralizó acercándose a la pista, esencialmente cayendo del cielo. Ese accidente condujo a una serie de nuevas regulaciones basadas en las recomendaciones de la Junta Nacional de Seguridad en el Transporte sobre el entrenamiento de la tripulación de vuelo y las condiciones de trabajo.

Robert L. Sumwalt, el presidente del NTSB, enfatizó que hacer que volar más seguro era un esfuerzo compartido en toda la industria. En gran medida ha tenido éxito, dijo, pero continúa.

"Cuando compagamos todo esto -el humano, la máquina, el medio ambiente, incluidas las cosas que hacen los fabricantes de aviones- esas cosas se combinan para hacer que nuestro sistema de aviación sea mucho más seguro que hace unas décadas", agregó el Sr. Sumwalt dijo.