ATHENACONTEST: “SOLUCIÓN DESCENTRALIZADA A UN PROBLEMA SOCIAL”

Es impresionante como en la sociedad una gran cantidad personas no practican los buenos modales y normas de cortesía. Esto incluye niños, jóvenes y adultos.

Para mí es un problema social porque se ve en todos lados. No importa que los países, ciudades o pueblos, sean grandes o pequeños.

Las preguntas que voy a escribir a continuación son para hacernos reflexionar si nosotros practicamos los buenos modales y las normas de cortesía diariamente en la sociedad donde nos desenvolvemos:

*¿Cuándo subimos a un autobús decimos buenos días o buenas tardes o buenas noches?

*¿Si alguien dice buenos días o buenas tardes o buenas noches, respondemos a estas personas?

*¿Le damos el asiento a alguien que lo necesite: un señor o señora mayor, una mujer embarazada, algún discapacitado, una persona que tenga un niño cargado, etc.?

• ¿Decimos por favor, gracias, a la orden, permiso, hola, según sea la situación?

*¿Practicamos los buenos modelos o normas de cortesía también con nuestra familia y amigos?

Esta última pregunta es interesante porque nuestra familia es nuestro prójimo más cercano y ellos merecen respeto y consideración de parte de nosotros.

Algunas causas de este problema social es la educación que damos a nuestros hijos en el hogar. Como padres somos los responsables de dicha enseña. Los docentes en las escuelas refuerzan esos valores y si los niños no los tienen los podemos ayudar, pero avece se hace cuesta arriba por la degradación moral que poseen. Sin embargo, con esfuerzo se puede lograr.

¿QUÉ DEBEMOS HACER?

Empecemos a respetar a todas las personas a nuestro alrededor, desde el señor que barre en las calles, ellos merecen que cuando pasemos al lado de ellos le digamos buenos días porque ese trabajo ayuda a mantener limpia nuestra comunidad.

Al dar los buenos digámoslo con una sonrisa. Eso contagia a las personas y de seguro ellas nos van a contestar.

Aquí quisiera hacer la acotación de lo que me sucedió en mi lugar de trabajo. Cuando me dieron traslado a la escuela donde trabajo en este momento, muy pocas personas contestaban mis saludos. Sin embargo, como es costumbre mía decir buenos días donde llegue aunque no conozca a las personas, no me afecta si no me contestan. Así lo hice por varios meses y como el que persevera vence, después comenzaron a decir “BUENOS DÍAS”.

Para mí fue un logro, aunque sea pequeño, pero fue un logro positivo. A parte de eso, esta situación me enseño que la educación no tiene nada que ver con la educación académica sino con la educación que damos a nuestros hijos en el hogar.

Así que todos podemos ayudar a descentralizar esta problemática social. No esperemos que otros lo hagan por nosotros y sobre todo no olvidemos sonreír.

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