Me tumba
En la luz tardía de un caluroso atardecer,
En el color de los pétalos opacados por la memoria,
En la sombra de un despertar azul
Y la incomodidad de un silencio indiferente.
Se callan las voces,
Renace el despertar,
Y con él, los fenómenos que se habían hecho polvo.
Te encuentro aquí, dentro de mí.
Fluctuante reflejo de mis deseos.
Intemporal, desgarrado, lleno de delirios.
Cual bestia que reacciona a sus instintos.
Como efecto de luna, en destellos marinos;
Incesante y decadente.
Me sumes entre tus muelas,
En tu imagen.
Y en la idea de un presente irrealizado
Y en la dialéctica de tus mentiras.
Me tumbo hambrienta en tu estómago
Esperando rugir, como lo haces tu,
Como me lo hiciste a mí.