Harry Caul, un detective de prestigio en vigilancia y sistemas de seguridad es contratado por un magnate para investigar a su joven esposa que mantiene una relación con uno de sus empleados. Cuando Harry da por finalizado su trabajo, advierte que algo extraño se oculta tras la banalidad del caso, ya que su cliente se niega a identificarse, utilizando siempre intermediarios.

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Esta película fue la que seleccioné para exponer una vez en la universidad. Mucho aprendí sobre las capacidades del montaje y el sonido en el resultado final de una película, sobretodo entender que ambas deben estar presente desde que se empieza a dar forma a la idea, y que de hecho, las ideas no sólo se conciben en imagen, también pueden nacer de un sonido o de un movimiento.

Película de estudio, pero también de entretenimiento. Ambas cosas que Coppola sabe unir muy bien. De aquí el pensar que esta sea quizás la mejor película de este director.