Más que una obra de Arte en Berlín//NEOCLASICISMO-Parte 1

"No es propia la imagen" pero es grato poder hablarles un poco de arquitectura neoclásica.

Alemania fue el país donde más edificaciones se hicieron siguiendo el estilo neoclásico, en las que destaca La puerta de Brandemburgo obra del arquitecto Carl Gotthard Langhans quien sigue el modelo de la puerta de acceso a la Acrópolis de Atenas.

En relación a la arquitectura neoclásica es importante destacar que esta se caracteriza por la utilización de elementos de las antiguas civilizaciones: del arte clásico griego y romano y del arte egipcio. A menudo, las fachadas presentan atrios, columnatas y frontones. Todo ello da lugar a una arquitectura de dimensiones considerables, que da sensación de fuerza y grandiosidad.

La arquitectura neoclásica fue fundamentada en los ideales clásicos y en las construcciones erigidas durante el período del Renacimiento y sigue la línea de los templos también al estilo grecorromano, tanto para construcciones civiles o con propósito religioso.

Otro aspecto que sobresale es el hecho de que los arquitectos neoclásicos tenían su manera de entender la arquitectura, no basada en los elementos formales sino en los morales. Para ellos, la arquitectura fue ante todo, un vehículo para la transformación de la sociedad. Este punto de partida moralizador desemboca obras de características muy definidas: gusto de formas simbólicas, preferencia por los volúmenes puros, uso funcional y no arqueologista de los órdenes, y consideración de la regularidad, el orden, la proporción y la medida como elementos esenciales de la arquitectura.

Por consiguiente, la belleza del neoclasicismo representó un gran cambio en varios ámbitos para la época que se aprecia aún en la actualidad. La simplicidad y equilibrio de las formas, los temas mitológicos y cotidianos, el racionalismo, academicismo e idealismo, la armonía y belleza estética fueron rasgos significativos de un movimiento que estuvo basado en los ideales clásicos. Siendo un movimiento de oposición a las exageraciones, rebuscamiento y complejidades del Barroco, la apreciación del pasado es una de sus características principales que conducen a muchos de los críticos a pensar que el Neoclasicismo puede ser visto como una cara del Romanticismo.

Como ven el neoclasicismo no pierde vigencia, pues aún sobresale su belleza en las obras que han perdurado en el tiempo y que han llegado a formar parte de la historia de la humanidad.