Aprender a dibujar

”Es más fácil aprender a dibujar que aprender a leer y escribir” Esta frase la escuche de un profesor de arte y dibujo que aseguraba a sus estudiantes que dominarían las técnicas del bello arte de representar el mundo observable en papel.

Algo que me parece curioso en toda clase de dibujo es que las primeras lecciones siempre son ejercicios para soltar la mano, para adaptar el estudiante al uso del lápiz con su mano alzada.

Líneas rectas y curvas, onduladas y quebradas; son los primeros trazos que el alumno fija en el papel. Luego aprende a trabajar las sombras y dibuja algunas figuras geométricas.

Es increíble como transcurren pocos días hasta que el estudiante se asombra a sí mismo con sus primeros paisajes. Pero todo esto es prueba de un principio fundamental de la vida: todo esfuerzo bien encaminado trae recompensas.

Vale la pena trabajar duro en aquellas cosas útiles que nos gusten. Un esfuerzo de ese tipo siempre dejará recuerdos bonitos y agradables que compartir. Quizá la vida sea dura a veces, pero también nos ofrece oportunidades que no sería bueno dejar escapar. La oportunidad de aprender es una de estas.

Quizá sea dibujando, bailando, cantando, tocando la guitarra y aprendiendo un nuevo idioma, pero disfrutemos de este pedacito interesante de vida y no dejemos escapar la oportunidad si esta se nos presenta…