Arte. Gastronomía Urbana. Palacio de Bellas Artes. COLEACTIVO 2011. Angela Tavárez

Gastronomía Urbana es una pieza que presenté para la exposición del COLEACTIVO en el 2011 en el Palacio Nacional de Bellas Artes en la República Dominicana.

La pieza consiste en un maniquí realizado con plástico adhesivo transparente, rodeado y rellenado con los desechos, envases y paquetes correspondientes al consumo de un mes de los productos de mi propia compra en el supermercado. Es una autocrítica a la vida del empaque en que vivimos, donde a veces al envolvente se le da más valor que al contenido, para que como consumidores caigamos en la tentación de adquirir un producto y ver cómo de forma indiscriminada desechamos el paquete. Muchas veces el paquete duplica innecesariamente las dimensiones del producto, luego este truco se convierte en una catástrofe silenciosa que llena todo de desechos, de basura, que en el caso de mi país representan desechos que aún no se clasifican, ni se reciclan, ni se reutilizan.

Como consumidores terminamos adquiriendo lo que el medio nos ofrece, si voy al super solicitando un producto y ellos me ofrecen otro, por miles de razones obvias y en la mayoría de los casos terminaré adquiriendo el artículo existente, aunque mi interés sea otro artículo, por eso debemos crear políticas que respalden una consciencia colectiva que proteja al medio ambiente y como comunidad preocuparnos por nuestra responsabilidad.

Gastronomía Urbana también nos figura como un cuerpo plástico, si somos lo que comemos pues en eso nos estamos convirtiendo, en plástico, en todas partes del mundo los desechos, los que son arrojados al mar, los que llegan a los vertederos, terminan convirtiéndose en micro-partículas que al final son consumidas por los animales que forman parte de nuestra cadena alimenticia, peces, aves, cultivos, agua, silenciosamente todo, todo, todo contiene componentes plásticos.

Las calles de Santo Domingo están llenas de basura, pese a los esfuerzos de las autoridades las esquinas terminan abarrotadas de desechos, ya que no hay consumo consciente, ni políticas para los desechos como en otras ciudades del mundo. Apenas ahora en el 2017 (6 años después de mi instalación) fuimos encuestadas por una empresa que compra aceite usado, plástico y cartón, empresa que sólo se acercó ofreciendo comprar dichos residuos pero que no crea las condiciones para que la recolección sea posible, ni establece horarios, facilidades ni garantías de recolección, lo cual representa un obstáculo para sus objetivos y para educar o que sea atractivo solo se basan en el factor "dinero".

Debemos tomarnos en serio el consumo, debemos tomarnos en serio los desechos, debemos tomarnos en serio exigir que los vendedores no sobreempaquen, una caja dentro de otra caja, una bolsa dentro de otra bolsa, un paquete dentro de otro paquete si el producto no lo amerita, tomarnos en serio exigir políticas medioambientales para las industrias, los supermercados, los consumidores, si se han probado otras maneras de consumir donde hay responsabilidad ambiental podemos empezar a ponerlos en práctica dentro de nuestras posibilidades.

Nota: En otros artículos compartiré con ustedes algunas medidas que hemos tomado nosotras como artistas y emprendedoras ante esta autocrítica al consumo responsable.